Acabo de ingresar por casualidad a esta web y dada mi pertenencia al Opus Dei desde hace 30 años, quisiera comentarles algunos temas que - parece que a muchos de uds. - no les sucedió dentro de la "obra" pero que, puedo asegurarles, a mí sí.

Ingresé como supernumerario a los 20 años y a los 21 me propusieron ser numerario lo cual acepté. Pasados unos meses ví que eso no era para mí y solicité desvincularme, para lo cual pedí regresar a mi estado anterior de supernumerario, lo cual fue considerado y aceptado por los directores de mi región Argentina. Desde ese momento sigo viviendo como supernumerario del Opus Dei (casado con un católica que no es de la obra y con 2 hijos) sin ningún cargo de conciencia y considerándome con mucha libertad para tomar mis propias decisiones tanto en lo espiritual como en lo laboral (actualmente trabajo en una obra corporativa y como en todo trabajo estoy de acuerdo con algunas decisiones de mis superiores y en otras no). No llego a comprender mucho lo que han pasado uds. pero puedo decirles que en mi país la obra está muy viva y sus miembros (siempre habrá y hay casos particulares, por supuesto) son muy "normales" y no nos sentimos coartados por intrigas internas que no podrían afectar nuestra libre toma de decisiones.

Los saludo a todos y rezo por cada uno de uds. Tengo relación con varios ex-numerarios que están rehaciendo sus vidas y a los cuales quiero mucho. Tal vez necesitemos todos un poco más de "amor" para comprender a otras personas (del OD o no) que pueden influir en nuestras vidas (para algunos con más fuerza como puede leerse en los artículos de esta web) y no culpar a toda una institución (yo soy una partecita de ella) por nuestros dolores personales.

Un saludo a todos,

Pedro