Por lo menos, ya está en la cárcel.- Casimiro
Fecha Wednesday, 17 September 2008
Tema 120. Aspectos económicos


El esperado procesamiento de Juan Peirano Basso*

 

Fuente: Brecha Digital. Uruguay

 

LA JUSTICIA PREVALECERÁ. “Estoy totalmente convencido de que algún día la justicia prevalecerá y la verdad de lo que sucedió quedará totalmente esclarecida para todos”, escribió hace más de dos años Juan Peirano Basso, desde su reclusión en la cárcel federal de Miami, ante un requerimiento periodístico del diario argentino La Nación (26-VI-06). “Quiero aprovechar la oportunidad para expresar a todos aquellos clientes del grupo que sufrieron pérdidas que tanto mi familia como yo, personalmente, hemos puesto todo lo que teníamos y hemos usado todos los recursos posibles dentro del estricto cumplimiento de la ley para evitar que esto sucediera”, agregaba el cerebro de la maniobra. ¿Qué fue lo que pasó, entonces?, cabría preguntarse. Se trata de una “persecución política”, argumentó, al igual que sus hermanos.

 

La justicia uruguaya no comparte esa valoración. De hecho, el auto de procesamiento dictado en la tarde de ayer, jueves, por la jueza Gatti da a entender que la conducta de la familia Peirano, y en particular la de Juan, tuvo el fin delictivo de aprovecharse de la situación, a lo que se suma su actitud de eludir a la justicia durante cuatro años (hasta su encarcelamiento en Estados Unidos en 2006).

 

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* El caballero, el hermano, el cerebro

 

Divorciado, de 58 años, de 1,84 metros de estatura y alrededor de 90 quilos de peso, Juan Peirano Basso es el primogénito de la familia formada por Jorge Peirano Facio y Vanda Alva Basso. Se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y luego obtuvo un máster en administración de empresas en la Universidad de Harvard.

 

Es miembro del Opus Dei, la prelatura más conservadora de la Iglesia Católica, y además es caballero de la Gracia Maestral de la Soberana Orden de Malta, una orden ultraconservadora con sede en una lujosa mansión en Roma que tiene veleidades de Estado soberano. El lema de esta orden que conmueve a la familia Peirano es “la defensa de la fe y el servicio a los pobres”.

 

A fines de los noventa, en lo que su familia considera “galones naturalmente ganados”, asumió la conducción de todo el grupo Peirano.









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