A los del Opus Dei: No recen por mí; mejor: ayúdenme.

Ingenua, 10 de septiembre de 2008

Haciendo alusión al último escrito de atomito, reconozco que es justamente lo que me sucede a mi. Tengo el mismo sentimiento cuando alguien me dice que va a rezar por mi, y si es del opus, ya directamente no me callo la boca.

Hace un tiempo mi cuñada agregada me dijo que estaba rezando por mi, y le contesté que no se gastara en rezar, que no gastara saliva. Si de verdad quiere ayudar, que ponga manos a la obra. Que pregunte qué necesitamos. Que venga a ayudar cuando hay un nene enfermo. Que se preocupe por el hermano, que tanto la necesitó cuando estuvo enfermo y cuando lo echaron del colegio del opus donde trabajaba.

No entiendo esa forma de "piedad" que tienen los del opus, tan contradictoria a la de la iglesia. No sé, yo conozco gente realmente piadosa, pero humana, y buenas personas (no del opus). Debo haber tenido mala suerte, porque no conozco ninguna persona del opus dei que tenga amor por el prójimo. Detrás de todo gesto de cariño hay un propósito escrito en un papel, para presentar y dar cuanta a un director espiritual. Detrás de una llamada, de una pseudoamistad, hay un interés por parte de ellos. No hay amor, por lo menos no del amor que leo en el evangelio de Jesucristo. No del amor de Jesús por la prostituta, ni del amor de Jesús por su amigo muerto.

Tal cual dice atomito, Dios sabrá lo que me conviene o no, y la verdad es que no quiero que los del opus dei pidan por mi. Se esconden detrás de esos rezos, fingiendo un interés por los demás, como si mucho les costara rezar 50 avemarías y diez padres nuestros. Eso lo hace cualquiera. Hasta uno que no tiene caridad. Distinto es visitar a sus nietos, hacerles un regalo como la gente, no de 15 pesos, de la oferta de la esquina, mientras ellos tienen todos los lujos. Caridad es ayudar al hijo cuando lo echan de un trabajo, y ponerse a disposición para ayudar en la necesidad. Caridad es dar tu tiempo por el otro, estar dispuesto a acompañar y a contener en los malos momentos.

Pero que lejos están de vivir la caridad. Se quedan tranquilos porque hicieron el rosario y fueron a la misa. Pero no se les mueve un pelo ante el sufrimiento ni ante la necesidad de nadie. Saben que es lo peor? Porque en el fondo a mi ya ni me interesa si ellos quieren perder la vida de esta forma. Lo peor es que dejaron tan vacía y anulada mi espiritualidad, que yo ya no le encuentro el sentido a rezar. Creo en Dios, y lo amo, y quisiera recomponer mi relación con El, pero por más esfuerzos que hice y que vengo haciendo, por más que hable con uno y con otro, no puedo rezar, no como me enseñaron en el opus dei. Entonces tendré que buscar otra forma, no se. Pero con 29 años es como si recién empezara, me siento como de 7 años, no, creo que un chico de esa edad tiene un trato sincero con Dios.

Hace dos meses se casó mi hermano, y entré a una iglesia después de bastante tiempo. Descubrí que mi espiritualidad estaba viva, pero ahora no se cómo resignificarla, cómo darle un sentido nuevo. Que alguien me diga por favor cómo se hace, como me saco toda esta mierd.. que me metieron en la cabeza, porqué no puedo ser feliz como otras personas que van a la iglesia, rezan, no sé, ayudan en la parroquia, porqué no puedo ir a la misa, porqué no puedo rezar un avemaría... no encuentro las respuestas.

Antes de despedirme de ustedes, quiero decirte Blup Blup, que te felicito por la valentía de poner por delante tu familia, antes que a la institución. Espero que sea lo mejor para vos, y que las decisiones que tomes en adelante sean con libertad y para la felicidad de tus hijos y de tu matrimonio. Cuando leí tu escrito de pronto me asombré, y por un momento pensé que podía tratarse de mi suegra, que también tiene 9 hijos, pero lamentablemente no. Y me llegó muy de cerca tu escrito, porque yo me casé para tener muchos hijos. Desde los 12 años que me enseñan que “tienen que venir todos los hijos que Dios mande”, y que hay que ser generosos, que poner trabas a la venida de los hijos es pecado grave. No sabés lo difícil que se nos hace la vida, a mi y a mi marido (ex supernumerario) No puedo entender como dos buenas personas que se aman, que tienen un proyecto de vida juntos, que podrían ser recontra felices cara a Dios, tenemos que sentirnos frustrados espiritualmente, y no podemos estar felices con todo lo que Dios nos dio. Porqué? A eso si tengo respuesta, por culpa de toda la porquería y las mentiras que nos pusieron en la cabeza.

Si vieras la familia hermosa que tenemos, pero no podemos estar satisfechos y felices, a pesar de los intentos. Igual no me arrepiento de haberme dado cuenta a tiempo, con tres hijos, un trabajo a cuestas, todos los quehaceres de la casa, y varias cosas que no vienen al caso, pero en fin, creo que con un hijo más directamente me internaban en un piquiátrico, sin exagerar.

Saludos

Inge, todavía ingenua