Aquí estoy...- Isabel Nath
Fecha Wednesday, 10 September 2008
Tema 010. Testimonios


Hola a todos, especialmente a Ana Azanza,
 
Como veis sigo aquí, aunque hace tiempo que no escribo en esta web amiga. Muchas razones para ello, la mayoría de corte personal reservadas solo a los amigos muy cercanos, pero algunas más públicas: ya he escrito muchas cosas, he contado con pelos y señales mi historia en el Opus Dei, he opinado, polemizado, y etc, etc. Ahora hay otros opinando, contando sus vivencias, ...incluso polemizando. Supongo que para escribir en esta página, más que para escribir en otras, tienes que sentir algo dentro que te empuje a hacerlo, y yo ahora parece ser que no lo siento. Pero puedo sentirlo otra vez en cualquier momento, porque como veis os sigo de cerca.
 
Que no haya nada que me mueva a escribir no significa que no me importe lo que leo que escribís los demás, o que no me preocupe lo que sigue haciendo el Opus Dei, o que no me afecten las dificultades en las que se encuentran los que quieren salir y no pueden, los que no quieren entrar y les persiguen para que lo hagan, los que salen y no tienen donde caerse, o los que siguen en la institución porque piensan que tienen vocación y es su misión pelear desde dentro. Me importa y me afecta, y en mi modesta medida trabajo para aportar mi granito de arena.
 
Por cierto Ana, te agradezco que te acuerdes de mi. No sé muy bien si para bien o para mal, jaja!, pero en cualquier caso te lo agradezco. De corazón...
 
Y siguiendo el hilo del último escrito de Ana, que dice que le gusta saber con quién habla, os informo que si algo me mueve a volver a opinar en esta página de ahora en adelante firmaré con mi nombre "de verdad", o sea el nombre con el que se me conocía cuando era del Opus Dei: Isabel Sala.
 
Ah, Agustina, amiga, me ha gustado mucho esa PD que has puesto al último escrito de Carmen Charo. Como ya me he permitido hacer en otras ocasiones añado mi firma junto a la tuya. Hablar desde la distancia que da el tiempo, desde la perspectiva de una historia reconstruída o en vías de estarlo, y desde la seguridad que da el poder vivir la vida en verdadera libertad, es muy fácil. Y es que todos nos acostumbramos muy rápido a la buena vida, y se nos "olvida" cómo veíamos las cosas en nuestros respectivos momentos de abducción máxima, que generalmente nos parecen tan lejanos que en ocasiones resultan casi "irreales"... Pero son reales, o lo fueron. Y los tuvimos... TODOS: si no jamás habriamos podido aguantar allí ni una semana. Lo que para nosotros es pasado, desgraciadamente para muchos otros es su crudo presente, y pienso que no conviene olvidarlo.
 
Besos,
Isabel Sala (o Nath, como querais...)









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