Pedir la dispensa depende de cada 'genio' director.- Al Chile
Fecha Wednesday, 10 September 2008
Tema 020. Irse de la Obra


El artículo de Silvana del 15 de agosto pasado provocó una serie de nuevos escritos: Histriónica del 18 y 25 de agosto; Atomito del 20 y 25 de Agosto; Monstruito del 20 de agosto; Bienvenido 22 de agosto; Isabel C. 25 de agosto; Australopitecus 25 de agosto; Sergio 29 de agosto; Daniel M. 29 de agosto; Vermudo 5 de septiembre y Josef Knecht del 5 de septiembre. Posiblemente se me escapan otros relacionados con la necesidad de pedir la dispensa o no. De los mencionados me parecen notables los de Bienvenido y Josef Knecht pues buscan dar una explicación razonada a algo que creo que no tiene pies ni cabeza: La Prelatura del Opus Dei.

En México sé de dos personas que fueron numerarios con la fidelidad. Uno estuvo en el Colegio Romano, director de un centro de numerarios mayores, etc, etc que no escribieron carta para la dispensa, es más, uno de ellos cuando preguntó que si escribirla ayudaba a apresurar el trámite, le dijeron que no lo hiciera. Otro de ellos aprovecha el no haberla escrito para decir, cuando quiere, que aún es de la Obra.

Creo que la diferencia está en el director con que uno se topa y debe hacer el trámite. Esos directores, todos "genios", interpretan a su leal saber y entender lo que ellos creen es el Opus Dei y sacan cada uno sus conclusiones, desde luego distintas unas de otras, pero que son las que le aplican a esos pobres que dependen de ellos. Esto es así porque el enredo de lo que es la Prelatura permite que se den éstas situaciones contradictorias.

En resumen, la forma de salir del Opus puede ser por escrito o de palabra, lo que sí es claro es que la prelatura se reserva la última decisión para ordenar cuando una persona sigue perteneciendo a la cosa y cuando ya no. Esto es más claro en los supernumerarios: supe de uno que estuvo durante muchos años enfermo de una depresión muy fuerte, al grado que no salía de su casa ni lo iban a ver los del opus; al llegar el 19 de marzo le tomaban en automático su renovación, así durante años. Llegó un nuevo director que no quiso mantenerlo más, y al siguiente 19 de marzo, en automático dijo que ya no válida la renovación. Y todos tan tranquilos, no había pasado nada, el nuevo "genio" lo había ordenado en pocos meses en sentido contario a lo que el "genio" anterior había dicho durante años.

Lo digo al Chile









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