Compensaciones varias.- Maripaz
Fecha Monday, 08 September 2008
Tema 077. Numerarias auxiliares


Se me han venido a la memoria alguna anecdota curiosa de los años vividos en la obra y quiero de nuevo, hacerles participes de mis recuerdos

 A pesar de haber nacido en una de las zonas mas frias de la geografia española, he sido siempre muy friolera 

Recuerdo con verdadero horror el frio que pase en mis años viviendo en Sevilla, en esos Colegios Mayores inmensos donde apenas se ponia la calefaccion y la humedad del rio Guadalquivir se metia en mis huesos sin piedad, por la cercania de donde vivia.

Mis pies siempre estaban helados; sólo logre tenerlos calentitos cuando los fines de semana hacía guardia en la porteria de la residencia y teniamos una pequeña estufa de aire caliente...



 Ademas, como era la tarde del domingo, en vez de poner por parejas los calcetines de los residentes o planchar (era lo que se solia hacer, ademas de atender el telefono y la puerta ) podia llevarme mis pinturas y dibujar, mi cuaderno de poesias y hacer una nueva, o leer un rato... tambien escribir sobre algun tema. Me encantaba plasmar por escrito mis pensamientos ...

Tenian algo especial aquellas tardes... podia dedicarme durante unas horas a hacer lo que me gustaba.

Mis pies, como os decia, estaban helados durante el dia pero a la hora de meterte en la cama por la noche era un verdadero calvario... no podia - ni puedo - conciliar el sueño. 

Una noche consegui una bolsa de agua caliente y decidi subirmela... Fue tal el gustito que senti y lo bien que dormi que lo repeti como algo normal para el resto del invierno.

Lo hacia un poco en secreto... Un rato antes de la tertulia calentaba agua en un cazo, cuando ya no quedaba nadie en la cocina. Escondia la bolsa y la metia en mi cama misteriosamente.

Cuando despues del examen llegaba a mi cuarto, abria mi cama y alli estaba mi bolsa calentita. A los pocos minutos mis pies entraban en calor y dormia placidamente.

En mi interior pensaba que aquello podia ser una compensacion en mi entrega, pero el frio podia mas que mis escrupulos.

No duró mucho mi pequeño secreto... pronto se dieron cuenta mis queridas hermanas y fueron a direccion, solicitas, a delatar mi mal espiritu...

Con la oportuna correccion fraterna tuve que intentar volver a dormirme con mis pobres pies helados aunque despues de haber probado el calorcito, siempre que podia, volvia a subir mi bolsa a escondidas.

Eso si, pensando que desobedecer en aquello me podia acarrear la perdida de la vida eterna como poco...

Ahora pienso en la estrechez de mente que se vivia y me enfado conmigo misma de llegar a estar sometida de esa manera.  ¿No es algo de sentido comun calentarse cuando uno tiene frio si se puede hacerlo?

Otra de mis supuestas "compensaciones "ocurria cuando pasaba los dias vertiginosamente llena de actividad en los quehaceres del centro y no disponia ni un solo minuto para mi.

Me encantaba leer pero lo tenia que dejar para los cursos anuales.

Era tal la necesidad vital que tenia de disponer de un rato solo para mi que los sabados, aprovechando que soliamos dormir mas, me guardaba unas galletas y chocolates de la merienda, como un vulgar ladron, y me subia el Telva y Mundo Cristiano a mi habitacion, y mientras las demas dormian me pegaba un festin con lo robado...

Leia pausadamente las revistas, sin tener que pensar en hacer la vida agradable a las demas, como a lo largo del dia.

Era mi rato de soledad, necesario en el ser humano, como cuando los niños estan, por fin,en la cama...

Aunque lo robaba de mi sueño, me sabia a gloria... Eso si, volvia a experimentar un sentimiento de culpabilidad bastante profunda... pero jamas se lo dije a nadie.

Muchas veces recibiamos por parte del consejo local en los circulos, como aviso, apagar las luces a la hora señalada.

A la mañana siguiente estaba muerta de sueño y recuerdo el vaso de cafe frio que me subia a mi cuarto por la noche, para tomarmelo al levantarme y poder espabilarme... a las seis de la mañana era dificil hacerlo de manera natural.

Lo subia sin llamar la atencion y si algun dia era muy visible a los ojos de las que batian record en correciones fraternas... tenia un bote de Nescafe, oculto en mi armario y con un poco de agua del grifo improvisaba un agua chirri que resultaba horrible de sabor pero aliviaba mi sueño.

Mas adelante, viendo que la gente se dormia en la oracion de la mañana sin ningun recato, decidieron como norma que se podia tomar cafe al levantarse toda la que tuviera necesidad.

Era divertido observar a esas horas de la mañana a un ejercito de mujeres medio dormidas con su bata y pijama en procesion hacia el office y en silencio total. 

Como saboreo ahora mi cafe recien hecho, oyendo en la radio las ultimas noticias y escuchando las tertulias radiofonicas para estar al dia de politica, economia, etc 

Mientras mi perrita, al lado, me pide salir insistentemente con la mirada; salir a la calle para hacer sus necesidades.

No recuerdo para nada aquella epoca de mi vida, cuando luchaba por llegar puntual a la oracion da la mañana. 

Un abrazo para todos 

Mari Paz







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