Me han contado en estos días que un colegio femenino del Opus Dei en Argentina ha perdido un curso completo debido a que las autoridades no le quisieron conceder una beca a una de las alumnas que no podía pagar la cuota (U$S 260 aprox.). Entonces, todos los padres de ese curso se pusieron de acuerdo, como en Fuenteovejuna, y retiraron a sus hijas.

A mi me parece muy impactante la actitud de los padres, para felicitarlos (aunque reconozco que no sé los detalles -los cuales me gustaría conocer-, el hecho en sí habla de una falta de idoneidad sorprendente dentro del Opus Dei y de un hartazgo por parte de los padres: nadie reacciona así de un día para el otro). No quisieron ceder U$S 260 y terminaron perdiendo mucho más (de hecho, tengo entendido, el colegio perdió el último curso, será entonces una promoción inconclusa).

Creo que muchos director@s que parecen brillantes dentro del Opus Dei luego demuestran su falta de idoneidad en ambientes que no están bajo el control estricto de la disciplina mental del Opus Dei. Parecían unos genios, pero era gracias al ambiente de sometimiento donde nadie se les rebelaba o les cuestionaba.

En la medida en que el Opus Dei pierda su aislamiento, tiene los días contados. Porque el Opus Dei sobrevive sólo en la atmósfera artificial que se crea para sí mismo. Afuera de su pecera, muere de asfixia.

Por eso es tan bueno dar a conocer el Opus Dei públicamente: fuera de la pecera, pierde toda su consistencia.

Saludos,
E.B.E.