Más recuerdos de mi vida de agregado: ¡Por vuestra culpa! jejeje.- Armando
Fecha Friday, 05 September 2008
Tema 076. Agregados


Pez, has despertado en mi unos recuerdos muy agradables al leer tu escrito. Te confieso que lo empecé a leer con cierto prejuicio por el primer párrafo del mismo, dejé su lectura para lo último y leí primero los demás escritos relacionados con el tema de agregados, aprovecho para felicitar a los que han aportado más luces sobre los “grandes desconocidos”; posteriormente me dediqué a tu escrito y al terminar, bajé al jardín, encendí un cigarro y dejé que la mente se fuera tras esos recuerdos en una especie del “jardín del buen retiro” ¿os acordáis de eso?.

Me ha encantado sobremanera lo que nos compartes y he de decirte que estoy de acuerdo contigo en cuanto a que nadie sabía y sigue sin saber qué es un agregado. Junto a la pregunta que Satur nos hizo en su momento sobre “¿alguien sabe qué es el Opus Dei?”, me atrevo a añadir ¿y alguien sabe qué es un agregado?...



La etapa más feliz de mi vida en el opus fue cuando el director del centro  no quiso asimilarnos a numerarios de segunda categoría como solían hacerlo los demás. También debo puntualizar que no solamente fue un director con esas características sino dos, fuera de ellos, los otros estaban más perdidos que nos dejaban hacer y la mayoría que como guardia pretoriana defendía a capa y espada el “espíritu” y nos complicaba la vida en todo sentido.

Entre los recuerdos deseo rescatar uno muy importante en mi vida y fue el sucedido durante la beatificación de Escrivá. Como bien sabéis todos y muchos fuisteis testigos del acontecimiento, Roma fue invadida por todo el que quiso ir, de tal cuenta coincidí en la Ciudad Eterna con un amigo supernumerario con quien nos unía y sigue uniéndonos una estrecha amistad. El otro al enterarse de la existencia de servidor por aquellos rumbos, no descansó hasta dar con mi paradero y de tal cuenta se plantó una noche en el hotel y nos pudimos fundir en un fortísimo abrazo después de muchos años de no vernos.

Nos pusimos al día en vida y milagritos hasta que llegó el momento de que se fuera, ante lo cual le acompañamos dos para que no se perdiera por las calles de Roma. Durante el trayecto a su hotel, le comenté que haría una maestría en educación para seguir dedicado a la enseñanza en los colegios de la “cadena”, huelga decir que en aquel entonces no se lo dije así. El otro se entusiasmo porque eso suponía el trasladarme a su ciudad y así llegamos a su alojamiento.

A todo esto el director no decía ni “mu”, nos dejó hablar a nuestro sabor y antojo. A la vuelta me dijo “¿realmente quieres eso que le has contado a tu amigo para tu vida profesional?”. Me quedé a cuadros lo reconozco, no sabía en qué sentido venía la pregunta y únicamente respondí “si”. A lo que me interpeló nuevamente: “¿es porque realmente tu lo quieres o porque te lo han indicado?”. No espero mi respuesta, sino que me enumeró un futuro profesional impresionante si me dedicaba a lo mío que era la investigación –en aquel entonces estaba a punto de licenciarme- y el escribir libros de mi incipiente carrera profesional.

Aquella noche no dormí, me pasé en vela pensando en lo que este me había dicho, fue como un segundo “pitaje” porque al amanecer del día siguiente -18 de mayo de 1992-, mi decisión era mandar de paseo la beca para especializarme en educación de chavales y lanzarme a la aventura de la investigación en ciencias sociales en la cual estoy inmerso aún.

Obviamente que cuando dije que no más los colegios y que me dedicaría a mi profesión,  se armó un jaleó impresionante, fue un ir y venir de papeles, entrevistas con el vocal de SM, con el encargado de Agds, en fin, la cúpula “regional”, pero una vez tomada la decisión, no echaría marcha atrás.

Este mismo director me animó a asistir a un congreso al cual me habían invitado y que no sabía si podía ir o no. Me dio el “permiso” sin consulta por escrito, ni nada. Al volver me enteré que le habían llamado seriamente la atención por dejarme partir y a mi claro está, me dieron un rapapolvo descomunal. Ahora el que fuera mi director es un numerario raso perdido en algún centro.

Otros recuerdos se refieren a la delegación creada por “expreso deseo de D. Alvaro”, el entendido a señas. El director era una persona mayor con mucho sentido común, tenía claro que los agregados encarnábamos mejor lo que Escrivá había visto el 2 de octubre, me lo dijo a mi y en repetidas ocasiones en los medios de formación. Pero en la misma delegación, el vocal de SM no tenía ni la más peregrina idea de lo  que era un agregado.

Asimismo en los años transcurridos noté que existía una variedad de agregados que asumían su “identidad” de distinta forma. Al no haber nada concreto, cada quien lo llevaba como Dios se lo diera a entender, de tal cuenta había agregados que se asimilaban a los numerarios: vestimenta, formas de decir, de comportarse, de hablar, de reaccionar. Otros más integrados al mundo a los que yo llamaba en mi interior “liberales”: rompe esquemas, de vestir libre, daban su opinión sin cortarse, salían de cañas, planes para cenar fuera, excursiones por libre, etc.

Me atrevo a decir que un buen número –unos más y otro menos- pasamos por ambas etapas en algún momento. Obviamente que con los años, los “liberales” se hacen más numerarios porque ya no se animan a salirse. Y también estaban los que –como les llamábamos- eran “las vírgenes prudentes” que siempre estaban atentos a lo que dijeran los directores y lo vivían a raja tabla, sin importar que se llevaran por delante a mucha gente.

Son  –como lo explica ex apéndice- los que no despiertan del letargo en que los coloca la formación inicial, por lo que asumen una actitud dócil, infantil y entreguista. Esto no porque lo fueran en si, sino que la misma formación los llevó a eso. Más papistas que el Papa, hiper mega entregados y siempre en buen plan. ¡Cuántas correcciones fraternas me hicieron por haberlos escandalizado!

Si todavía es tomada en cuenta mi opinión en el opus, sugiero que para las próximas “semanas de trabajo” y el respectivo “congreso general ordinario”, se dedique al tema de los agregados y se defina de una vez, ¿qué vio Escrivá cuando se le ocurrió que existieran los supernumerarios internos, que luego fueron oblatos y terminaron en agregados?. Asimismo que se establezca de una vez y para siempre la fecha en que se dio tal visión.

Abrazos

Armando.

P.D. 1. Pez, ¿por casualidad estuvieste alguna vez, o tu relato se refiere, al centro de agregados de Alcorcón?

P.D. 2. Nachof. Gracias por compartir la noticia de la muerte de Carlos Cardona. Seguro que causó mucho pesar entre sus “fieles seguidores”, los más recalcitrantes en los temas filosóficos y teológicos.







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