El monstruo de las mil caras.- Ana Azanza
Fecha Friday, 05 September 2008
Tema 010. Testimonios


estimados Orejas,

 

Amapola bis, si no has leído mi libro te aconsejo que lo hagas.

 

Todavía no están totalmente finalizados y enterrados del todo los feos asuntos en los que me ví envuelta en mi trabajo al dejar el opus.

 

Quiero decir con esto que yo no me veo ahora mismo organizando “la plataforma de afectados". Quiero respirar y asentarme en la vida. Se están haciendo muchas, muchísimas cosas... la gente se atreve a hablar, a contar pelos y señales de lo que pasó, a dar nombres...



Tú tampoco das tu nombre, así como tampoco lo dan las supernumerarias “criticonas" ¿Por qué? para mí es fundamental saber con quien estoy hablando, perdóname ¿de dónde has salido? ¿por qué tienes tanto interés en denunciar los opuscrímenes? es que si no se tiene alguna relación con ello, es cuando menos sorprendente tu interés...

 

Al opus se le gana terreno en el difícil lugar del "día a día", en la coherencia entre lo que uno ve que es su deber hacer y lo que uno hace. Y desde luego no criticando y luego sentándose con ellos a tomar unas cervecitas, que eso transforma las denuncias en papel mojado.

 

Por eso efectivamente Salypimienta. No pretendas engañarte ni pretendas engañarnos con que no te vas por las amigas que dejas dentro. En el opus la amistad, palabra sagrada manoseada por los sectarios, es imposible. Por el simple hecho de que tu lealtad en un grupo así es siempre a la jerarquía del grupo, nunca a la persona...

 

Si yo hubiera visto a una del consejo local confesarse en una iglesia y dar una explicación "no pedida"... no podría soportar que a la semana siguiente esa persona me predicara el círculo del "buen pastor", de la confesión siempre con los curas del opus... etc ¿Lo puedes soportar tú?

 

Mi aprendizaje de que la amistad no existe dentro también tiene su lugar, su día, su hora... otra herida de la vida de la que aprendí. Y efectivamente, nos vamos entendiendo Salypimienta, no te vas porque te da miedo quedarte sola. No lo disfraces de "piedad" y "cariño" a otros. Es la amenaza que pende sobre el que se plantea reiniciar su vida fuera de ahí... Hay que construir nuevas relaciones sociales y eso no es fácil cuando se es mayor...

 

A parte de que como testimonia la ex supernumeraria Veronique Duborgel, por si no fuera difícil empezar a construir la vida, el opus "se dará una vuelta por tu círculo de amistades" para difundir calumnias sobre tu persona.

 

Pero que quieres que te diga, ya aprendí que la gente que me quería porque era "obligatorio quererme" realmente no me quería, y en el fondo en el opus basta que te des la vuelta para que se pongan a rajar de tí como locos.

 

Me diréis que eso pasa en todas partes, bueno, pero no tengo ningún compromiso supuestamente "eclesiástico" ni de fe con las personas que empiezan a rajar cuando me voy. Me da igual, nada me une en especial a ellas.

 

En mi casa entra quien yo quiero y cuando yo quiero. Ya no tengo hermanas ni amigas por decreto: llamo amigo a quien de verdad se merece ese nombre.

 

En el opus dei desayunas, meriendas, cenas con quien se permite difamarte alegremente, sin dolor.

 

Tuve jaleos abundantes en el instituto en el que trabajo, y me muero de pensar ahora que aquellas personas con las que compartía mesa, tertulia, círculos, con las que me confesaba y hacía la charla ¡estaban en el ajo de los jaleos! Aquella gente a la que yo tenía una fidelidad total porque la había tomado como mi familia dándoles el lugar de mis padres, o el lugar que le hubiera podido dar a un hombre y a unos hijos... se entendieron con los que me hacían la puñeta en mi trabajo...

 

Así que me sé las tretas opus de memorieta, y me aplico aquello de "el gato escaldado del agua fría huye".

 

Y encima, cuando todavía colean las calumnias sobre mí diseminadas por el opus en la ciudad y en el país en la que vivo, una supernumeraria de Méjico va y me suelta que si estoy guapa en la foto....¡Qué paciencia hay que tener! haciéndose la tonta, como si yo no supiera que también en Méjico saben de sobra quien soy.

 

Este es el opus: el monstruo de las mil caras.

 

Yo sí que digo, "si no lo veo no lo creo", porque lo que hace el opus dei para salvar los muebles cuando no hay absolutamente nada que salvar de ahí, es inimaginable.

 

Esa es una lección que muchos ex no han aprendido, y que es preciso: no te puedes fiar de ninguno de ellos porque ninguno de ellos actúa por cuenta propia, hasta el punto de que tú puedas importarles más que lo que diga el opus.

 

Como he sido numeraria tanto tiempo sé de qué hablo.

 

¿Alguien sabe y puede decirnos qué fue de Isabel Nath? me extraña su ausencia...

 

Ana Azanza







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