Nostalgia.- coplasuelta
Fecha Friday, 05 September 2008
Tema 010. Testimonios


No sé por dónde empezar. Gracias a Dios, es todo tan lejano. Desde que soy niño, desde el día que tuve edad para ir a un centro, conozco la obra. Apeadero, campamentos, colegios, clubs, centros. En diversas ciudades. Me han visto todas las vocaciones posibles menos de numeraria, porque tengo la mala costumbre de no llevar faldas.

Agregado de niño, cooperador de menos niño, numerario para unos, supernumerario para otros. No lo he pasado bien. Cierto que no. Algunos contáis cosas divertidas y entrañables. Me reconozco en ellas. Éramos tan jóvenes que no podía ser de otra forma.

Con el paso del tiempo, ver que todo han sido comportamientos sectarios, deja las cosas más claras. Reconozco que algunas veces en creído, sinceramente, que Dios podría estar en todo esto y eso ha sido lo más difícil de superar.

No es un reproche a la Iglesia, ni mucho menos. Está claro que la libertad que nos deja no es algo que imiten muchos de sus hijos. Me refiero tanto a los que se dicen progres como a los que se dicen fieles.

También es algo difícil de entender el ¿por qué a mí? No me refiero a un reproche a Dios. Me refiero a sentirme tan raro durante tantos años. Una especie de cárcel de cristal. Notas que los ves todo pero que la vida la viven otros.

Ese comportamiento sectario, para mí, se parece más a una ideología que a una secta religiosa. Así como las ideologías son parte religión, la obra ha reducido la religión católica a una ideología de masas. De hecho, todos los que han pasado delante de mí haciendo política, de la obra, con la bendición de la obra, tenían como fin  y objetivo el triunfo de la obra.

Mi libertad, mis propias ideas y opiniones, sacadas de mis estudios, gustos y aficiones, nada tienen que ver con esta gente. Pero, en teoría, esas mismas ideas y forma de ser, era justo lo santificable.

El ir cambiando cada una de mis ideas, pensamientos, planes o elecciones vitales, por las que iban diciendo los directores de turno, puede tener su justificación religiosa o de obediencia a los superiores. Esas mismas decisiones de los superiores, en la medida que no las aceptaba, podrían ser un rastro claro de soberbia.

Lo que me llamaba la atención es la inconsciencia, la indolencia, la facilidad, con que se puede decidir la forma de vestir, hablar, caminar, cruzar las piernas y, en lo más llamativo, la carrera, la profesión, la forma de vida, el pensamiento político. Si todos estos directores deciden todo eso, inmediatamente, la obra se tiene que hacer cargo de las consecuencias. Si tu vida es definida por esa cumulo de decisiones de terceros, esos terceros, han de asumir lo bueno y lo malo de las consecuencias de esas decisiones. Sobre todo lo malo. Cercenar por necesidad libertad y criterio personal, significa ser pelele sin voluntad. Eso no se puede vivir en medio del mundo donde las decisiones personales, en lo fundamental de la vida, son el origen de nuestra forma de ser y de nuestros actos.

Es inútil moldear la vida de tantas personas y luego, cuando han de hacer frente a sus vidas, dejarlas en medio del mundo sin más armas. Es ridículo. Por cerca que estemos del Fin del Mundo, por mal que este la Iglesia o el país donde vivamos. No podemos estudiar, trabajar o amar a base de obediencia.

Todo lo demás que podría contar es pura anécdota. No sé si interesante o no. No sé que hay fuera de la obra. Quiero decir que no puedo explicar el sentido de todo. Tampoco puedo decir si, fuera de los Sacramentos, Dios está aquí más que allá. Lo único cierto es que para que salgan 2 santos, no es nada  bonito que cientos pasen media vida sin entender nada y otra media intentando olvidar lo más deprisa posible.

Sólo un consejo. Salir despacio. Bien. Sin ir al otro lado, a todo lo contrario. Uno ha de saber más a donde va que donde sale. No es problema el salir, sino saber cómo de tocado se sale.

Coplasuelta

PD: Sobre estar dentro más o menos quemado y dar una respuesta más contundente. Os remito a lo que he intentado explicar: cuando todas las decisiones vitales las toman terceros que no se hacen cargo ¿quién se puede salir? Dependerá de a qué edad y en medio de que circunstancias se entro.  

Gracias a los que habeís pasado tantos años y contaís las cosas. Las vivimos otros, de jovenes, y no las podíamos creer. Salimos lo más lejos posible y sin la seguridad de vuestras experiencias.

 









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