Mi más efusiva felicitación a Blup por su completa descripción de los abusos que estamos padeciendo quienes estamos en el Opus Dei. Los que dicen que l@s supernumerari@s no se enteran, van a tener que envainarse su opinión.

Y quiero decir que discrepo de Histriónica en su visión de la posición de esta supernumeraria. No me parece que sea ningún topo, sino una mujer que entró en la Obra movida por unos ideales, que son los que esta institución sigue predicando y que han sido sancionados por la Sede Apostólica, y que no está dispuesta a tolerar el abuso que vienen perpetrando las Autoridades del Opus Dei, desde los tiempos de Escrivá.

Los topos son más bien los que dicen una cosa y hacen la contraria. A éstos es a quienes hay que echar, digo yo. Y para ello la firmeza de los que estamos dentro es tan importante como la de quienes habéis pensado que era mejor dejarlo.

Un ejemplo lo ilustrará. Ahora mismo, uno de los mayores problemas que tienen los responsables de estos abusos es que todos los reglamentos secretos del Opus Dei (salvo el Augustinus y los vademécum del gobierno regional y central) están colgados en Internet al alcance de cualquier obispo que pueda ser alertado al respecto. ¿Pensáis que eso habría sido posible sin que personas con acceso a esa documentación (que son muy pocas en la Prelatura) se la hayan jugado para copiar esa documentación y enviarla a Agustina? Pues los libros de Meditaciones, los tomos del Buen Pastor y los Cuadernos están al alcance de tod@s l@s numerari@s, agregad@s y supernumerari@s. Pero a los demás, sólo tienen acceso las directoras y directores y algunos sacerdotes.