Para Ignacio Travella: aunque ya has recibido muchas y buenas respuestas  voy a aportar mi granito de arena aunque hayan pasado unos meses. A ver si el rectificador rectifica un poquitin, no creo no creo.

1. ¿Seguro que llegaste a Opuslibros accidentalmente....?  Sé sincero contigo mismo.
2. De todas formas, lejos de mí insinuar que mientes. No voy a hacer como tú, que te permites llamarme a mí y a todos, “orgullosos”, “resentidos”.... la vida te irá enseñando que  eso es una falta de caridad no pequeña, además de una considerable falta de educación. Lo de que no sepamos quien es Dan Brown, es sencillamente una tontería. Y mayor tontería aún es decir que no lo has leído: para eso mejor te callas.
3. Lo que sí me gustaría ver es una carta como la tuya- pero al revés, criticando al Opus Dei- en alguna de sus innumerables webs clónicas. ¿Me publicarían una carta llamándoles mentirosos, orgullosos, tercos, hipócritas e ignorantes? ¿Eres capaz de planteártelo?
4. Yo aprendí a rectificar en el Opus Dei, lo reconozco. Mi problema es que ahora ya  no puedo rectificar. Me  explico. Puedo aceptar que me equivoqué, que la memoria me engañe, que haya interpretado mal las cosas.... Pero lo que recuerdo, lo recuerdo. Lo que vi, lo vi; lo que oí lo oí. No puedo rectificar eso. Entonces sí que mentiría. Y mi interpretación de los hechos será falible, pero casualmente coincide con la de todos los que aquí escriben.
5. Pero la verdad es que en el Opus Dei sí aprendí a rectificar, sí. Te cuento. Un buen día el director de mi centro me dio a leer una indicación  recién llegada de “Comisión-Delegación” (sabes lo que es eso?) encargándome que la pusiera en práctica yo, con la máxima discreción y sin comentar jamás nada a nadie. ¿De qué se trataba? De cortar con el mayor cuidado, procurando hacer el mínimo destrozo, una hoja de un tomo de Crónica de veintitantos años  atrás y sustituirla por otra casi igualita. Se me avisó muy seriamente de que no se me ocurriera compararlas, que  sencillamente la sustituyera y que devolviera al director  la página sustituida para que  enviarla a Delegación. (Y así -añado yo- comprobarían  allí que se cumplieron sus indicaciones. Fiarse no se fiaban, no).  Y eso hice. Me encerré en mi cuarto con un tomo de Crónica de los años 60 y pico, con un cuter, cola... etc y ¡¡ rectifiqué!!
6.  No pude evitar enterarme bastante del contenido de ambas, y aunque comparar conscientemente no comparé,  eran evidentes alguno de los cambios en las fotos y el texto: foto igualita ... ¡pero habían borrado a uno!.
7. Esta práctica es muy antigua en la historia: se llama “Damnatio Historiae”. La sufrió la faraona Hapsetsut, cuyo nombre fue borrado de sus monumentos funerarios por su sucesor Tutmosis III; varios emperadores romanos pasaron por lo mismo y el propio Stalin fue un maestro en esta aborrecible práctica. Qué vergüenza que el Opus Dei se alinee con esos “elementos”.
8. Y fíjate tú, en el Oratorio del Centro de Estudios donde pité y  viví dos años había la siguiente frase en enormes letras encima del presbiterio: VERITAS LIBERABIT VOS o sea : La verdad os hará libres. Jua.
9. O sea, que cuando realmente rectifiqué fue en el Opus Dei.
10. Y como he estado muy histórico, te contaré otra cosa para acabar. Si pasas por Burgos, probablemente querrás ir al famoso monasterio de Las Huelgas Reales. Te lo recomiendo, no por la Tesis que hizo Escrivá (flojísima y un coñazo de leer) sino por su arquitectura y los magníficos sepulcros de los reyes de Castilla. Verás una pequeña tumba de un infante,siglo XIV, donde está grabada la famosa frase latina: “Ubi es, fui; ubi sum, eris” , o sea: “Dónde tú estás, yo estuve; donde yo estoy , tú estarás”. Pues eso: yo estuve en el Opus Dei. Tú estarás donde yo estoy ahora, aunque necesites veinte años, cómo necesité yo. Y habrás rectificado. A la salida te espero. Pez

PD : Si te interesa mi historia puedes leerla en “Mis escritos”  Historia de una desilusión -Ñam Ñam 17-12-2003.

Puedo haberme equivocado en mi interpretación de los acontecimientos, pero cuento cantidad de hechos que no se pueden rectificar, fueron así. Mejor dicho: el Opus Dei podría rectificar muchas cosas  de las que cuento y sigue haciendo.