Mis padres me necesitaban más que nunca.- Daniela
Fecha Tuesday, 30 March 2004
Tema 010. Testimonios


Experiencias

Estaba leyendo el mensaje de Galileo (29.03) y no pude dejar de recordar algunas anécdotas que marcaron mucho mi vida. Definitivamente no tengo la buena pluma de tantos aquí, pero si de algo le sirve a alguien, pues aquí van. Solo ahora, cuando he leído el mensaje de Galileo, me doy cuenta de por qué es que yo al irme de la obra me fui alejando paulatinamente de Dios y de todo lo que tuviera que ver con la Iglesia.

Dentro de la obra -o la opus, o el nombre que se merezca esta organizacion- siempre sentí que iba contra corriente, las indicaciones de las directoras casi siempre me parecían una imposición, y al venir de Dios -supuestamente- iban haciéndome sentir encarcelada, aprisionada, e inconcientemente me iban cerrando las puertas de mi relación con Dios.

Recuerdo ahora mismo una anécdota que quizá es un poco light en comparación a tantas otras que he leído aquí, pero finalmente es algo que me pasó y que me dolió muchísimo, me desgarró de manera tan profunda que hasta ahora no me perdono y no me recupero: cuando me hice de la opus -18 años y empezando mi primer año de universidad- mis padres gozaban de una holgura económica que siempre me permitió costear los famosos cursos anuales, los retiros y aquellas "aportaciones" de propinas que siempre hice. Sin embargo a los pocos años -2 para ser mas exacta-, la vida les dio un vuelco a mis padres y se quedaron casi en la bancarrota, estabamos bastante ajustados y yo seguía siendo adscrita... sin embargo, recibí la indicación = voluntad divina de que me tenía que ir a vivir a un centro, y a pesar de las exposiciones que hice sobre que mis padres me necesitaban más que nunca, que les daría un golpe fortísimo, la unica respuesta fue "abandónalo todo en las manos de Dios (o sea, las manos de ellas) y cumple su voluntad, Dios te recompensará, etcs...

A los dos meses de haber dejado la casa de mis padres -un gran desgarrón para mí, y siento que jamás se volcaron lo suficiente como para hacerme sentir mejor-, ellos decidieron viajar fuera de mi país, rumbo a otro, con mis dos hermanos... por supuesto moría por ir con ellos, me sentía desolada, sin mi familia, sin mi antigua situación economica y viendo que los iba a tener más lejos que nunca: por supuesto vi irse a mis padres y "cumplí la voluntad de Dios" quedándome y sufriendo dos años más. No saben orejas el dolor que sentía viendo a mis padres sufriendo por todo lo que les estaba pasando y yo verme en otra casa, como "ajena" a todo, y escuchando sus bien sustentadas recriminaciones, yo sentia que era correcto estar con ellos, ayudarlos a mudarse, irme con ellos a enfrentar lo que se viniera por delante, al fin y al cabo yo soy la hija mayor y por último en ese nuevo país la obra tambien estaba "muy bien y lujosamente instalada" como luego pude constatar. Por supuesto cada inhumana indicación estuvo apoyada en una "voluntad de Dios", cada lágrima mía fue para "ofrecerla" y cada razón que di sirvieron solo para hacer más minutos en la charla. Los vi partir y jamás jamas jamás sentí que la obra se portara como mi nueva familia al ver que me sentía desamparada.

Ah, y sobre el viaje de mis padres, tengo algo mas que contarles: nosotros vivíamos en una provincia en mi pais natal, y para salir del país era necesario que mi familia viajara a la capital y luego tomaran el avión para viajar al exterior. Bueno, yo pedí, rogué irme algunos días antes para estar con ellos... la respuesta de la valentonada "voluntas dei" fue que me fuera dos días antes de su partida para despedirlos, y encima querían que aquellos dias estuvieran en un centro en la capital porque "ellas me cuidarían"... por supuesto que me cerré en cuatro patas y dije que yo ni por error me iría a un centro durante esos días y que viviría donde estarian mis padres... al final tanto rogué que dejaron que así fuera... por supuesto despedí a mis padres y al día siguiente me llamaron de asesoría "para saber cómo estaba"; es una lástima que la Daniela de verdad no hubiera estado presente, que frente a aquella directora de numerarias solo hubiera estado lo que quedaba de mí, la que aceptaba voluntades ajenas, la que no era feliz dentro y que por supuesto pensaba que tampoco sería feliz fuera.

Como dice Galileo, lo unico que recibia de aquella voluntad de Dios eran "malas noticias" y por eso ya dentro de la obra lo trataba mal, no hacia las normas y me portaba como cualquier chica de mi edad, sin importarme mucho el numerarismo que por "vocación" tenia que pintar. Obviamente a los pocos años me fui, pero me fui destrozada, un 19 de marzo, después de no haber visto a mis padres durante dos años. Fue justamente la visita que les hice un diciembre anterior al 19 de marzo lo que me hizo abrir los ojos y salir corriendo despavorida, cuando vine aqui -al pais donde dichosamente viven mis padres- y vi aquella vida totalmente contraria a la pobreza, cuando vi el centrito al que estuve adscrita, ubicado en uno de los mejores barrios de la ciudad, de los más caros por cierto, lleno de gente sin vida, de ancianas que no se que tendrian en la cabeza, pero definitivamente no era felicidad.

Ah! una anécdota mas sobre la fragil formacion que llegamos a recibir en la opus: justo después de regresar de visitar a mis padres, aterricé en un curso anual -donde decidí definitivamente irme- y por supuesto escuché las mil y un charlas y clases.... no estudié nada para el primer examen -no recuerdo qué curso fue- y me llamé la profesora para felicitarme! por mis respuestas... eso sí lo sentí burlesco, sin estudiar, a punta de medio escuchar unas clases saqué la nota máxima, eso sí es de temer!!!

En fin orejas, bien por la página, bien por estar allí y aquí mismo, acompañándonos siempre.

Un besote a cada una y a cada uno,

Daniela







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=1294