Defecciones.- Javo
Fecha Monday, 18 August 2008
Tema 105. Psiquiatría: problemas y praxis


Queridos “hermanos”:

creo que ahora si los siento hermanos. Parece que ahora encuentro personas con las que tengo algo en común, en historia, en forma de pensar… y también en la necesidad de expresar una profunda sensación de frustración por haber pasado casi una vida en un régimen de ausencia total de libertad de pensamiento: ¿Cómo es posible que la Iglesia permita, tolere o bendiga que una de sus instituciones nos prive de la facultad más importante que nos dio Dios, la de pensar?

Soy médico, tengo 54 años, estuve en el Opus Dei en Ecuador desde 1969 hasta 1984. Por supuesto, al igual que ustedes, tengo muchas cosas que decir. No obstante hay dos (para empezar) que me rondan la cabeza últimamente. La primera es sobre la terminología propia del Opus Dei: cuando alguien es “admitido” se dice que ha pitado y cuando sale, algunos decían entre dientes que ha “despitado”, pero lo más usual y correcto suele ser que el Opus Dei ha sufrido una “DEFECCION”. Hasta donde entiendo defección viene de defecar. Entonces no es apropiado decir que la “madre” Opus Dei ha sufrido un aborto, para los socios que se quedan somos peor que eso. Cuando una madre aborta, ese hecho llena de tristeza y frustración a la misma madre y a toda su familia. En el caso del Opus Dei nunca se vio un luto o pena por los que se fueron, lo que se vio fue una silenciosa indignación, seguida de un rápido, consciente y organizado olvido de todo lo que recordara a esa persona. Definitivamente no parece un aborto, parece una defecación.

La otra idea que me quita el sueño desde hace ya 25 años es la frecuencia de enfermedades psiquiátricas que vi en las casas del Opus Dei en Ecuador, todas ocasionadas por la enorme y contradictoria presión psicológica sobre los numerarios jóvenes que creen ser libres, ”libérrimos”… y no lo son, que creen ser seglares “normales” y viven votos y costumbres imposibles en medio del mundo, etc. La mayoría de esos casos de patología psiquiátrica terminan saliendo del Opus Dei, unos por enfermedad grave, otros por rebeldía, otros porque piadosamente el Opus Dei considera que fue un error su vocación y se permite “defecarlos” hacia el mundo.

Supongo que esta condición puede ser común a muchas sectas, pero resulta chocante que esta secta sea tan bien tratada, tolerada, y santificada en la Iglesia actual. Muchos de esas personas que dejan el Opus tienen luego una vida más o menos normal, otros muchos no: tienen graves trastornos de adaptación, perdieron su identidad, su autoestima y terminan siendo incapaces de reinsertarse en el mundo de una manera satisfactoria.

Hace unos años hice una lista de mis antiguos “hermanos” en el Opus Dei de los que me constaban enfermedades mentales: unos con crisis delirantes y episodios esquizoides, otros –la mayoría- con depresiones profundas, trastornos de sueño, inadaptación laboral y social, etc. Recuerdo que la lista llegaba a mas de 10 personas en esos casi 15 años en los que tuve contacto con “La Obra”.

Como médico, desde hace 25 años pienso en la necesidad de prevenir enfermedades. ¿Por qué no hacer medicina preventiva y buscar la manera de evitar tanto daño? Solo la información nos podrá ayudar, siento que le debemos eso a nuestro mundo. Estar callados es una complicidad. Celebro haber encontrado, aunque un poco tarde, su página web.

JAVO N.B.

PD: El apelativo con el que me llamaban en el Opus Dei era “Javo”. Nunca me gustó, pero ahora me parece muy apropiado y empiezo a encontrarle gracia y sentido.

Nota de Agustina.- Querido Javo, la mayoría encontramos demasiado tarde esta web, no en el momento que la hubiéramos necesitado. A partir de diciembre de 2002, sí que tienen suerte quienes se planteen dudas, crisis, sufran enfermedades psíquicas, etc., porque -sin pretender que se vayan de la obra los que se creen el cuento del castillo Disney-, a los que se les derrumbó tanto prodigio y magia, tienen dónde leer -nadie obliga a leer Opuslibros- y pensar -tampoco es obligatorio. 
Tampoco olvidemos lo que dice el documento interno sobre los que nos vamos o "nos fueron": "
Resulta inevitable que algunos se vayan. Es una prueba más del vigor sobrenatural de la salud de espíritu de la Obra. Como todo cuerpo sano, se resiste a asimilar lo que no le conviene, y expulsa inmediatamente lo que no asimila. Y no sufre por eso: se robustece." (De "Vademecum de los Consejos Locales", pág. 48. Roma, 19-III-87)
Sobre la "defección" que mencionas, Levantisco escribío "Las estrategias defecadoras del Opus Dei" apoyando o circunscribiendo otro escrito, esta vez de Heraldo: "La gran decepción".  Un abrazo!









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=12851