Las cosas, como son.- Agustina
Fecha Monday, 18 August 2008
Tema 140. Sobre esta web


Hola!

 

En primer lugar, quiero dar las gracias a las felicitaciones recibidas por mi cumpleaños y que no he podido agradecer personalmente (08-08-08, comprendo que no fue una fecha cualquiera celebrar un aniversario de hace... uf!!!, dejémoslo en el siglo pasado). En segundo lugar, decir que se publicó el escrito de Alvarico por lo que dice que representa Opuslibros, pero todo lo que se refería a mí está de más y se lo he dicho en conversación privada. No tiene mérito hacer una web crítica sobre el opusdei, es demasiado fácil (aunque demasiado triste): sólo hay que colocar los testimonios que se envían; yo no los escribo. Por eso no voy a publicar hoy los envíos de quienes apoyan a Alvarico en sus eligos a mí. ¿Quién dice que no se hace censura en Opuslibros? Cuando Javier (no Echeverría, otro Javier que es normal y que entre los dos actualizamos esta web) quita el index, yo pongo el mío y viceversa.

 

Tampoco he escrito los documentos internos (mi inteligencia –mediocre, tibia, cacharro de los desperdicios, etc., etc.– no hubiera dado para tanto despropósito. Soy mujer, “no hace falta que sean sabias”, dejémoslo a quienes los escribieron: la “aristocracia de la inteligencia”), ni los libros silenciados (¡cuántos amigos se han dejado la vida, desgraciadamente, alzando una voz que por sistema era silenciada!... pero ya no lo será más.) 

 

Así que si existe Opuslibros será porque tanta mentira no se podía perpetuar in aeternum y tarde o temprano se alzaría la voz de quienes hemos sido víctimas. No es ningún milagro esta web. Es un proceso lógico de reconstrucción y denuncia, poniendo a cada uno en su sitio, hablando claro y superando miedos. El opusdei es una desgracia para los cristianos y para la Iglesia. No hay misterios sobrenaturales, ni en la institución ni en los “frutos” que cosecha -Opuslibros incluida.

 

Dicen que están “en época de expansión” (curiosa forma de disimular su desmoronamiento que consiste en “sálvese el que pueda y el último que apague la luz”) y anuncian que “empiezan labor” en Corea. ¿Qué mal han hecho los coreanos para tan triste amenaza, anuncio y vaticinio?  Pobres coreanos.

 

Y en tercer lugar y para terminar, dado que en la Olimpiada de Pekín había que empujar las puertas para entrar y estaban abiertas para salir, decidí quedarme en Munich con Heidi, que me invitó a su casa. Lo pasamos fatal: todo los días en la bella Baviera, de compras, bebiendo cerveza -ella no, que conducía y eso se lo toman muy en serio, como debe ser-, disfrutando de sus castillos y parques, trasnochando, levantándonos sin despertador, conociendo a “exes” alemanes alegres y felices, visitando la catedral donde Benedicto XVI fue obispo (me traje un pequeño folleto del obispo actual cuyo lema dice “Donde está Dios hay libertad”, qué cosas), yendo a Misa el domingo a los Dominicos, viendo la imagen de la Virgen de Marienplatz...

 

 

 

 

¡Qué duro es el rejalgar!

Besos,

 

Agustina López de los Mozos







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