Vamos a ver, Chispita.

¿En qué mundo vivo? Pues como decía Cándido, el de Voltaire, "en el mejor de los mundos posibles". Prefiero ese optimismo pesimista que pensar en el renuevo de una institución como el Opus Dei. Eso sí que me parece una quimera. En última instancia, no interpelo a los supernumerarios porque me interese su reforma. Mi única preocupación es por la Iglesia católica y por la disimulación de la jerarquía ante unas prácticas proselitistas inmorales como las del Opus Dei. Me parece que te equivocas en decir que los supernumerarios no leen esta web. Lo que sucede es que lo hacen a escondidas y nunca lo dicen, igual que los muchos numerarios que son asiduos lectores. Me consta que la leen muchos. 

Respeto que hables de tu vocación, pero la verdad, es que no sé a qué vocación te refieres, pues la de numerario, en mi opinión, no conviene con lo que dices (decimos) de la institución y su amorfa y extraña realización histórica. En otras palabras, me alegra tu optimismo al pensar que la reforma vendrá de fuera, que tienes una vocación, y además, intacta. Por otra parte, estoy de acuerdo con la primera afirmación que haces al señalar que el Opus Dei no se va a reformar desde dentro, sólo que yo añadiría que tampoco desde fuera. Para reformar al Opus Dei se necesitaría una acción retroproyectiva en la historia, y eso no es posible sino en el mundo de la fantasía. El Opus Dei es el fundador. El fundador murió, y con él se llevó la historia, los cambios y la institución misma. 

En fin, cuestión de enfoques.

Te saluda cordialmente,

Castalio