Querida maripaz,

Sabes la impresión que me causó descubrir quién eras, y siento la necesidad de contarlo en alto.

Me parecía increible, que hubieras salido de aquel pozo en el que te hallabas metida cuando abandonaste sevilla.

Quiero que todo el que lea estas líneas sepa que fui testigo del estado en que te encontrabas entonces. Y le digo a todos, que no exageras lo más mínimo en tu testimonio. Eras como un esqueleto que deambulaba por los pasillos de aquella casa, la misma que también atestiguó mi vuelta a la vida.

Quise contar a mis amigos, después de hablar contigo, que todo es posible. Tú tocaste fondo. Lo ví con mis ojos. Y saliste a la superficie. Aun hoy sigo preguntándome - a veces - como una persona que llega a estar en tu situación puede salir adelante.

Cuando hablé contigo por teléfono te dije que yo no solía sudar, y que en esos momentos noté mucho calor y sudé. No podía imaginar que aquel fantasma al que dejé, pudiera ser la misma persona que hablaba conmigo, tan feliz, tan entera, tan madura, tan cuerda....

Al colgar, me quedé quieta y muda.  ¿eras realmente la maripaz que hacía diez años se encontraba en aquel estado tan lamentable? Siempre pensé que sería tu familia la que cuidaba de tí, y no al contrario. !Estabas tan mal la última vez que te ví!.

Un día la subdirectora vino a mi habitación y me dijo: "maripaz se ha ido". Yo abrí los ojos como platos y sólo salieron de mi boca dos palabras: "!qué fuerte!" Unos años más tarde yo también estaba fuera.

A menudo pienso en la suerte que tuve, salir sin traumas, sin rejalgares, en un estado físico y psíquico bastante aceptable. Quiero buscarle una explicación y me veo diciéndome que nunca me sentí madre, ni hermana, ni hija. Estar en el  opus dei para mí ,fue una etapa de mi vida,algo larga, sí, pero una etapa. Entré porque quise y salí cuando ví que era el momento. Jamás divinicé al fundador, es más, nunca me cayó bien. Hice lo que pude, unas veces mejor, otras veces peor, unas veces siendo yo, y las más siendo otra. Creo que a ésto se debió mi salida sin problemas.

Termino maripaz, agrdeciendo tu testimonio. Espero, es más, creo que  ayudará a más de uno a mantener abiertas las puertas de la esperanza.

A los que os veis en un agujero, os envío todo el cariño del que soy capaz y deseo que en un tiempo, a ser posible corto, disfruteis de lo maravilloso que es vivir.

Un abrazo, books