Hola Castalio, me resultó un viaje al pasado tu escrito... lo retrataste tan bien.

Hace poco, en mi ciudad me crucé con una numeraria de la Asesoría Regional a la que conozco de muchos años, y me pasó algo parecido a lo que relatas. Esta persona es simpática, bastante "normal" aparentemente..pero sin embargo sientes que que no se termia de "soltar", de estar relajada, de hablar libremente, de expresar sus emociones sin corsés. Me dió un poco, poquito de lástima... porque interpreto que es la acción del Opus Dei en su modo de relacionarse con los demás la que la limita. No se conectan con ellos mismos, menos con los demás. Y es una lástima. La caridad es darse a los demás, para darles nuestro corazón y vida... Será por eso por lo que el apostolado de las personas del OD, que debiera ser de amistad y confidencia, da tan pocos frutos? Castalio, con esa agudeza en describir, un tema interesante sería el de la emociones, los sentimientos y su integración con su cuerpo y mente en los numerarios. Creo que parte de la infelicidad que nace de ser numerario es esa obligación de separar la mente y el alma, del cuerpo y las emociones. Se producen seres disociados, desconectados de su cuerpo y emociones.

Saludos a todos, Lulu