Me ha gustado lo que ha escrito Rocaberti, y en especial la frase que dice: «Escriba no fue nunca un laico, por mucho que hable de mentalidad laical, no tenia ni idea de lo que era esto». Lo lógico seguramente hubiera sido que el Opus Dei fuera fundado por un laico, eso hubiera sido más razonable, más natural y hubiera evitado tanta "equi-vocación". De todos modos, sigo creyendo que el problema del Opus Dei no es sólo de "entendederas" sino de "ambiciones", que llevaron a Escrivá a cruzar los límites de la moral y la ética. Hacer de la ambición un elemento intrínseco de una vocación divina. Complicado asunto.
E.B.E.