Aquellos que llegan a Cavabianca o Aralar, únicos Centros de Estudios Interregionales, según la terminología de la Institución, o también llamados "las dos sedes" del Seminario Internacional de la Prelatura, para el resto del mundo, tienen que hacer una breve ceremonia de incorporación al Seminario –ser aceptados– que preside el Rector. A partir de ese momento se les considera Seminaristas, aunque internamente se anatematice al que se le ocurra llamarlos así. Si se ordenan, dejan de serlo, evidentemente; si no se ordenan, no dejan de serlo aunque vuelvan a sus paises repectivos, al menos durante un tiempo. Eso explica que algunos que se van a sus paises como laicos, sean llamados a Roma al cabo de un tiempo directamente para ordenarse. Otros permanecen en Roma unos años en otros menesteres, como oficiales del Consejo General o directores de diversos centros romanos, hasta que se ordenan.
Según el Anuario Pontificio de 2007, la Prelatura opus Dei tenía: 1.809 sacerdotes, 360 seminaristas y 85.808 laicos.

A la vista de todo esto se podría añadir un número 12 a la lista que publiqué el otro día:

12.- En toda EJ cuando un seminarista no se ordena y vuelve a sus tareas normales, se dice que es una vocación frustrada o simplemente que ha visto que no tenía vocación.
–En el Opus jamás se le llama seminarista, aunque lo sea, y nunca se puede decir que no tenga vocación sacerdotal, ya que su ÚNICA VOCACIÓN es al opus Dei; lo de ser sacerdote o no, es UN MODO DISTINTO DE SERVIR dentro de la única vocación. Por extraño que suene a los profanos, esto es lo que se predica y se enseña en el Seminario Internacional de la Prelatura, instrumentalizando, de forma escandalosa, un sacramento como el del Orden.

Respuesta para E.B.E. = No has sido ni eres seminarista si no has estado en Cavabianca o Aralar. Y perdón por la extensión de la respuesta.

Un saludo, Libero