Tus actos, sólo accidentes; los de los demás, sustancia. To Josecar.- Satur
Fecha Friday, 26 March 2004
Tema 900. Sin clasificar


To Josecar

Josecar, Josecar, mucho te afanas pero sólo una cosa es importante: porro unum est necesarium esse singuilitatim coñozco... Tienes a la peña viviendo sin vivir en ella. Inclusamente hay quien amenaza con no volver a visitar la página, meterse en la cama, ponerse ciego de comer galletas Chiquilín Ártiach y restregarse hasta morir entre las mijagas espolvoreadas en ellas. Muchas veces me pregunto por qué el Señor permitió castigar a la humanidad con la plaga de las langostas, de los abogados y la de Josecar. Sí Josecar, eres inasequible, infatigable... pero vayamos por partes, que diría Jack el Destripador.

Está clairo ("Máama, máaama - dice el niño gitano- ¿er páaapa tiene peine?." Y la máaama contesta "pos claiiiiro"). Está clairo, digo, que tienes tu manera de ver la opus, sus modos, sus apostolados, su espíritu, su carisma y su todo todo. Y te parece un mundo fantástico: el mejor lugar para vivir y el mejor lugar para morir. En él no hay ni sombra de imperfección, de sospecha, de pecado, inclusamente de tontería. Muy bien, esa es tu elección (y no me lefielo a lo que expelimenta un oliental al vel una película polno). Y ya no hemos enterado todos. En los Estados Juntitos al menos el Opus es Superopus Braownauer in the Sunshine. Ok. A mi me parece muy bien, pero sigue sin colar: si mantienes la calma cuando todos pierden la cabeza, sin duda es que no has captado el problema (Ley de La Piedra). Y tú, después de los testimonios que se han recopilado en orejas pues, la verdad, da la impresión que no has captado el problema.

Mira, Josecar, yo estuve trabajando en el aospes de una delegación y ni seguro, ni sueldo, ni morcillas en vinagre. Nada. No hablo de hace quince años, hace tres. Y de conozco a más de uno que se ha ido de la prelatura más tieso que Tuntankamon.

A mi también me llaman numerarios el día de mi cumpleaños -que lo escribes como si eso fuera el rien de rien- y no se me ocurre preguntarles la gilipollez esa de los sueldos. Ni ellos a mi cuanto gano al mes. No sé, machote, me parece que te has ido de bareta, o que la noche de guardia fue especialmente psicotrópica.

Te sientes incomprendido. Normal. Si Bob Marley and the Waiters se ponen a dar un recital en Georgia a una cédula del Kus Kus Klan muy probablemente también se sientan incomprendidos.

Muestras una severidad en tus juicios con las opiniones de los orejas -en un estilo que recuerda la seriedad y frialdad de los escritos internos- y una tierna indulgencia con tu modo de ver la opus y con la opus misma. Quizás es que no quieres identificarte con tus actos bajos y mediocres, que los tienes, como yo, como los del opus (institucionales y personales), y como cualquiera. Nos pasa a todos: suponemos que existen en nosotros tendencias muy buenas que nuestros actos no agotan y que nos pueden hacer mejores. Por eso te disgustan que te juzguen la intención, por eso pedimos indulgencia para nosotros. En cambio a los demás los juzgas sólo por sus actos, y cuando éstos te extrañan, te decepcionan, los confundes con la persona, e imagina que un envidioso no es más que envidia, un resentido no es más que resentimiento, un lurioso, lujuria, un mediocre, mediocridad.

O sea, tus actos son sólo accidentes, pero los de los demás son sustancia. Los actos defectuosos de la opus son simples errores humanos, pero en orejas lo que hay es dolor, resentimiento, dureza de corazón. Esta manera de juzgar a las instituciones así, al peso, desconcierta, sobretodo cuando con los demás sacas un microscopio impropio de una caridad y sensibilidad que afirmas en todos tus escritos. Encomiendas un montón, cháaacho. Y se agradece. Yo también te encomiendo, hombre. Que no se diga.

Más aún todavía ya. El opus, así, al peso, pinta bien, y se sostiene... pero hay en su seno demasiadas concesiones a lo excepcional (¿E.E.U.U es una excepción más...?), demasiadas contradicciones en modos de vivir la dirección espiritual, el sigilo, la pobreza, la caridad, la libertad, y esas contradicciones -pequeñas y no tan pequeñas- son mucho más reveladoras del pensamiento de esa institución, de algunos de esos directores, y de algunas de esos fieles, que una larga exposición coherente y dogmática de su Espíritu Fundacional.

Para que lo sepis y lo entiendas de mejor: así como en la vida diaria de relación, en el rollo cotidiano, una mirada furtiva en medio de una conversación banal y tonta hacia una mujer inconfesablemente deseada, puede esconder una pasión más fuerte que todas las palabras de ternura murmuradas sin amor y con plomiza rutina a la fiel esposa que se ha dejado de amar, en la opus se dan demasiadas miradas furtivas sobre el dinero, sobre las vanidades del mundo, sobre la cantidad por encima de la calidad, sobre tantas cosas, Josecar, manteniendo, eso sí, palabras, solo palabras huecas y repititivas, fórmulas acortezadas, sobre un espíritu que difícilmente se ama cuando se vive tan asín.

Te envío parábola fílmica. ¿Quién de los dos pingüinos eres tú, y quién soy yo?.

Pinguinos

Satur







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=1265