BOTÓN DE MUESTRA

El meneíto que ha sufrido el PP en su último congreso nacional ha sido de aúpa, a pesar de que todos intentan cubrir las apariencias. El resumen oficial es: nada cambia en lo sustancial, sino en las formas. Pero todos sabemos que las formas acaban siendo lo sustancial...

Hagamos un test sobre como se observa el cambio de la estrategia popular en un pequeño colectivo, que puede ser paradigmático de otros muy diferentes: los diputados al Congreso del PP por Murcia, que son siete. Un número muy reducido que no serviría técnicamente para un sondeo. Pero en las circunstancias que aquí concurren se concentran las inquietudes que en esta etapa sacuden el PP. Vamos a verlo.

Lourdes Méndez. Es la representante de Murcia en el comité ejecutivo nacional. Recordemos: está adscrita al Opus Dei, como es público y notorio, y ha pasado de pertenecer a la dirección de un partido en el que había un índice muy reducido de incidencias que pudieran molestar a las exigencias de esa organización religiosa, a formar parte de un equipo en el que la casi totalidad de la cúpula desobedece las normas que para Méndez constituyen, según su adscripción, una base moral. Por ejemplo: Cospedal es madre soltera por inseminación artificial; Ana Mato está divorciada; González Pons, también, y además mantiene una nueva relación según lo que se denomina 'parejas de hecho'... Los jefes de Méndez se conducen en su vida personal en desacuerdo con el esquema vital con que la diputada -y renovada dirigente nacional del PP- considera que deben organizarse las normas de convivencia. Digo yo.

Pasemos a Martínez Pujalte. Otro político del Opus. Pero aun obvianndo esa cuestión -que él mantiene en el espacio estrictamente personal- también hay otros elementos de contradicción. Está sometido a la disciplina que impone Ramón Luis Valcárcel, el presidente del PP murciano. que lo ha acogido en la candidatura por esta circunscripción de Murcia. Pero ocurre que Valcárcel ha apoyado a Rajoy, y Martínez Pujalte dispone de una biografía política ligada al aznarismo que, en el contexto real en que se encuentra su partido, no le permite hacer una inflexión. Este diputado se ha de debatir entre su conciencia crítica frente a Rajoy y la lealtad que debe a Valcárcel, que apoya a Rajoy. Esta difícil encrucijada entre la coherencia política histórica y la lealtad a quien lo ha salvado de la quema se traduce en un silencio que, como otros, es muy expresivo de lo que pasa en el PP, y más cuando Martínez Pujalte no se ha caracterizado nunca, al menos antes de afeitarse el bigote, por sus silencios.

Jaime García Legaz. El hombre de Aznar en la lista al Congreso por Murcia. Esa definición es innegable, por su condición de secretario general de la Fundación FAES. El discurso que leyó el presidente de honor del PP en el congreso de Valencia -incendiario contra la política que se propone Rajoy- estaba adobado con muchos rasgos del estilo de García Legaz. Es indudable que el diputado murciano metió mano en la redacción, como ayuda individual o como otro más del equipo asesor del ex presidente popular. Y está claro que su posición es refractaria a la de Rajoy, a quien sin embargo apoya Valcárcel, el mismo que dio el visto bueno a la inclusión de García Legaz en la lista. Otro, por tanto, que se mueve entre su lealtad al anfitrión electoral y su convicción de que la nueva política popular es una deriva peligrosa. Condenado, pues, a permanecer en silencio, como los anteriores, por la dificultad de combinar la coherencia ideológica con la cortesía que se debe a quien lo ha convertido en diputado.

Otros. Alberto Garre y Arsenio Pacheco. Dos de la casa. Disciplinados por vocación y conveniencia. Pero muy a disgusto en esta coyuntura con la aparición de Cospedal y las incertidumbres que esto conlleva acerca de la continuidad del Tajo-Segura. Están ambos bailando sobre la cuerda, entre la obediencia debida y la rebelión que les pide el cuerpo.

Los demás están en línea: Barreiro, por supuesto, y más que nunca: tal vez a ella el 'progresismo' de Rajoy todavía se le queda corto. Andrés Ayala: con Federico Trillo, como siempre, y Trillo está con Rajoy.

Como cata no están mal ¿verdad? Una lista de diputados. Siete. Pues bien, en tan limitado colectivo hay de todo frente a la nueva situación surgida en el congreso popular. El meneíto del PP ha dejado a muchos colocados, pero en la práctica, descolocados. Como muestra, este botón.