Un poco sobre la administración.- Carmen Charo
Fecha Wednesday, 02 July 2008
Tema 077. Numerarias auxiliares


MariPaz, ¡muchísimas gracias por tu testimonio!, porque me llegan, al leerte, muchas vivencias y sensaciones que yo también viví en mis años de administración.

 

Hace ya muchísimo tiempo que quise y dije que escribiría sobre la administración, pero ese día no llega, y no llega porque soy superlenta para ordenar ideas y estructurarlas con lógica y orden. ¡Tengo otras cualidades, y me meto en mil berenjenales de modo que a esta tarea no le llega el turno nunca.!

 

Y tengo que decir que les pedí a los orejas, hace muchísimo tiempo,  que publicaran la Regulae Internae, con el ánimo de que allí encontraría plasmado el espíritu que anima a esta tarea, y lo que leí fue un montón de histéricas normas a cumplir y nada del espíritu, de aquellas maravillosas ideas madres que tantas veces me encendieron en afanes de entrega...



Hoy repaso los documentos internos y apenas si hay algo escrito sobre esta tarea. Y es que así es en realidad. ¡No hay nada escrito sobre la administración!

 

La administración es la espina dorsal de la obra y no hay nada escrito de forma expresa sobre el espíritu que debe animarla, sobre el espíritu de hermandad y de servicio que pretende alimentar y enriquecer la vida de los centros, sobre la realidad de ser familia, sobre el trabajo escondido pero a la vez compatible con la dignidad humana, con el respeto por las personas que dedican su vida en semejante empeño y sus derechos morales, civiles, laborales..., sobre el fomento de la creatividad personal, con el libre desarrollo de los talentos que Dios ha puesto en esas mujeres fantásticas que se dedican a ello, ¡yo también!. Ya está bien del no puedo nada, no valgo nada, no soy nada, de los delantales y los servilismos!...

 

Maripaz, creo que las dos tenemos la misma idea de lo que es o ha sido para nosotras la administración y podríamos elaborar algo juntas. Yo voy a intentar decir algo con ese desorden que me caracteriza. Lo que digamos sobre la administración bien se puede trasladar a la sociedad y al lugar de la mujer en ella, así que podemos crear un debate al que se unan quienes viven y trabajan  hoy en día en las administraciones de los centros del Opus Dei.

 

Estoy de acuerdo cuando alguien habla sobre la importancia de que la mujer se incorpore al mundo laboral y sea independiente económicamente. Pero lo cierto es que no creo en las superwoman, ni creo que ese trajín sin fin plenifique a nadie como persona. Por otra parte pienso que el hombre puede hacer muchas cosas, pero animar con ese espíritu de familia a la casa, ¡no! ¡Ya lo siento amigos! Yo pienso que las cualidades de la mujer para dar vida a una casa y a una familia no responden a algo cultural.

 

El que nuestra sociedad minusvalore el trabajo doméstico y la dedicación a facilitar la vida familiar no quiere decir que no sean fundamentales. Para mi además son plenamente reconfortantes humanamente. Sigo siendo administradora!!! Atiendo a mi marido y a mis padres. Me llena esta tarea y lo único negativo que tiene es que  cuando sea viejita no veré un solo céntimo por haberme dedicado a ella. Tengo por tanto que confiar en los míos, en que no me volverá a suceder como en la obra, que me espachurraron y me dejaron tirada.

 

A parte de esa “confianza”, todo lo demás es plenamente positivo porque es ocasión de vivir despacio y con paz, de ser creativa, de poder expresar y recibir el cariño con serenidad, de indagar en mis muchas cualidades como mujer, de vivir realmente la vida.

 

Eso en cuanto a mi, que en cuanto a los demás el beneficio es inmenso, porque tengo tiempo para hablar con mi marido, para facilitar su descanso (¡no le pongo las zapatillas!) y enriquecer nuestra relación, para atender a mis padres como se lo merecen y permitir que vivan relajados y se sientan seguros en su vejez...

 

El fallo no está por tanto en la tarea sino en la actitud con que se ve esa tarea.

 

En el Opus Dei sigue siendo un servicio machista, servil y esclavizante, un matamujeres!, si no es porque hay muchas auxiliares y numerarias que lo viven con un espíritu lleno de amor a los demás, que están convencidas de su inmensa valía y del gran bien que aportan a las vidas de muchas personas de las dos secciones.  ¡Que cierto es que desde la administración se sienten hasta las crisis vocacionales!, y cuánto influye ese trabajo para que una persona se sienta querida, valorada, acompañada... Yo también he sido testigo de la delicadeza de la sección de varones con la administración, aunque seguro que en menor medida que las numerarias auxiliares. Eso nos ha esponjado a unos y otros, y aunque nos haya creado más de un remordimiento en aquello de la guarda del corazón, ¡seguro que nos hemos evitado unas cuantas pastillas todos!

 

 Por supuesto que en la intención de todos, hombres y mujeres, debe estar el hacer cualquier tarea doméstica y nadie necesita criados, pero creo que la tarea de la administración lo único que favorece es el orden en un centro. Es un trabajo imprescindible, sin el que la vida sería un desastre absoluto. Es muchísimo más que el  cada uno se haga su cama o que el primero que llegue ponga la mesa o friegue los platos. Es una tarea que contribuye al orden y a la paz familiar: en mi casa esas tareas las hago yo y mi marido es electricista, fontanero, carpintero... no porque yo no pueda hacer eso sino porque a mi ni me gusta ni se me da,  y si ya las sabe hacer él y yo sé cocinar  y planchar mejor, ¿por que hemos de complicar la vida?

 

Lo que está claro es que si yo me voy un mes de casa (que de hecho me voy sin pasarlo por la obediencia), él se resolverá la vida, como mejor vea porque no es tonto ni inútil.

 

Es el espíritu servil medieval el que debe cambiar en el Opus Dei, empezando por reconocer los derechos laborales de las numerarias y auxiliares que trabajan en todos los centros, por respetar las horas de trabajo, por no reducir la vida de las auxiliares a esta tarea, como algo vocacional que agota la vida de la persona,  mutilando las mil posibilidades que tienen en tantas facetas de la vida, como por ejemplo el pintar, escribir, practicar un deporte, destacar en cualquier actividad humana, algo totalmente vedado para ellas, o en muchísima mayor medida que para las numerarias. Así se llega a fabricar mujeres de 40, 50, 60 y hasta 80 años (la que llegue!!, que son pocas) que son mujeres por fuera y niñas raras, rarísimas!! por dentro.

 

Bueno, pues algo he dicho sobre lo que opino sobre la administración y sobre lo que opino sobre la mujer y su papel en la sociedad. Corro el peligro de que me tachéis de supercarca, y será que me he explicado fatal, pero ahí queda lo dicho.

 

Os copio a continuación lo único que encontré escrito sobre la administración en los documentos internos:

 

“el apostolado de los apostolados. Se trata de un trabajo profesional, debidamente remunerado!!!!!, que entraña un servicio directísimo a Dios, a la Iglesia, a la familia y a la sociedad, y su buena marcha es condición necesaria para la eficacia apostólica. Por eso, quienes se dedican a las distintas iniciativas aprecian y estiman el valor insustituible de esa ocupación que, desarrollada con competencia técnica y por amor a Dios y a los demás, crea un ambiente de hogar amable y acogedor y, por eso, viene a ser como la espina dorsal de toda la acción apostólica.!

 

Un fuerte abrazo para todos

Carmen Charo







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