Tras leer el escrito de Haenobarbo: "Así escriben la historia".
Unas ropas sagradas, blancas, llenas de reliquias.
- ¡Oye, pero qué guapa!
- mi vestido me lo regaló el papa.
- ¿Y esos brazitos que llevas colgando?
- Son los brazitos de unos pequeñines muy santos.
- ¿Oye, y por qué tienes esas orejas tan grandes?
- son para escucharte mejor....
Madame Lelú.