Querido Tú,

 

"Jesús te amo, te amo con todas mis fuerzas. Jesús, te amo. Te amo con todas mis fuerzas." Rezaba yo a los catorce años luego de hacer la oración con "Historia de un Sí." Ahora tengo 22, y aunque aquel lejano repetir "Jesús, te amo. Te amo con todas mis fuerzas" es algo que me hace sentir seguro, no creo ni en Jesús, ni en Dios, ni en el Opus Dei. He comenzado a vivir. Y no sé si he comenzado a vivir de verdad porque Dios ha muerto, o Dios ha muerto porque he comenzado a vivir de verdad. Por más que le de vueltas a la respuesta, estas dos realidades no son compatibles entre sí; así que al final me da lo mismo si soy el engañado o el que se engaña.

 

De cualquier forma, Dios no castiga. Yo no puedo probar su existencia ni me da la gana hacerlo, pero de cualquier forma: Dios no castiga ni a los que dejan una vocación de verdad. Si Dios existe tal y como lo veíamos en el Opus, no quiere otra cosa que nuestra felicidad, y por lo tanto Él mismo se obliga bajo sus propias leyes a aceptar nuestras decisiones libres. Luego si no existe, ¿qué importa más que nuestra propia paz en el propio tiempo que tenemos para vivir? No hay mejor forma de amar al prójimo que cuando se le ama estando en paz con uno mismo. No tenemos nada que perder.

 

Por eso, a ti que tienes 14, 15, 17 o 19 años, a ti te digo: no tengas miedo a Dios. No tengas miedo a tus directores. La paz que tengo en mi vida no es fruto de la casualidad. Los jóvenes necesitamos VIVIR, viajar, conocer personas diferentes y tener experiencias que nos enseñen a ser felices. No tienes nada que hacer encerrado, encerrada, en un lugar donde escuchas las mismas historias sin ni siquiera poder vivirlas. Vivir en el Opus Dei es al final tan fácil (y no por eso menos difícil) para los menores, porque las decisiones que se toman nunca se toman solas... Esta es la edad más linda para ser libres, así que no pierdas el tiempo y empieza a volar fuera de la jáula. Te aseguro que el mundo no será suficiente.

 

Un fuerte abrazo,

 

SY