Numeraria auxiliar durante 35 años (19).- Maripaz
Fecha Friday, 20 June 2008
Tema 010. Testimonios


 

 NUMERARIA AUXILIAR DURANTE 35 AÑOS (19)

Maripaz, 20 de junio de 2008

 

 

Pasados casi tres años, dejé Málaga y volvi de nuevo a Sevilla. Me costo marchar de Malaga, pues estaba feliz, pero estaba agotada por el excesivo trabajo y me empezaba a pasar factura ese ritmo de vida, empecé a no tener fuerzas y una serie de sintomas que eran las alarmas que se encendían de mi deterioro fisico, que me llevaria años mas tarde a romperme en mil pedazos...

 

Al llegar a Sevilla de nuevo me mandaron a la delegación de los numerarios que se habian trasladado a la Avenida Republica Argentina, donde pasé un año. Recuerdo que para entonces, ya era una profesional competente y no habia centralita que se me resistiera. Por cierto, el sacerdote aragonés vivia alli también, pero ya no pasaba a echarme la bronca, pues sabia perfectamente atender las llamadas de teléfono sin cortar...



A lo largo de ese año convivi con una chica, con la cual congeniaba de manera especial. Estaba siempre pegada a mi. Como buena andaluza, era graciosísima y muy guapa... ¡Cuanto reimos juntas! Por supuesto, fuimos corregidas de nuestra "amistad particular" varias veces... me imagino se habrá enterado que me fui... daria algo por verla de nuevo.

 

Por aquella época se hablaba, en el ambiente de las auxiliares, que pronto ibamos a convivir con las chicas de la calle en las administraciones. Hasta entonces en los internados de niñas jovencitas no estábamos las auxiliares. Habia alguna que le daba un poco de miedo esa nueva experiencia. A mi, personalmente, no me importaba. Era algo novedoso y de apertura de nuestro cerrado mundo.

 

Y un dia me llamaron de la delegación para decirme que me iba a vivir a un internado. Ahora, no recuerdo muy bien, si en el Colegio Mayor estaban los numerarios del centro de estudios, pues estaban haciendo nuevo los palacetes que se unian por un tunel del que ya os conte algunas cosas.

 

Las alumnas cursaban estudios de Formación Profesional, y las auxiliares íbamos de monitoras.

 

Me encantó la idea ,siempre me ha gustado el mundo de la enseñanza y la gente joven.

 

Aparecimos un dia llenas de ilusión y fuimos recibidas con gran alegria por parte de las numerarias que estaban desbordadas con el trabajo. Las alumnas nos miraban con curiosidad.

 

Recuerdo estar deshaciendo mi maleta, rodeada de niñas jovencitas, que metieron su nariz en mi cuarto para saber de mi... Esta escena se repetiría con bastante frecuencia a lo largo de seis largos años que pase alli. Me sentía en mi salsa, rodeada de ellas, eran alegres, bulliciosas, inquietas, curiosas.... Enseguida se sintieron atraidas por mi personalidad, viendo que era normal, no un bicho raro.

 

La directora, una catalana muy valiosa, estaba delgadisima... y agotada... y las demás por el estilo. Rápidamente tratamos de aliviarles en los distintos servicios para que pudieran descansar un poco y apoyarse en nosotras. La mayoría eran muy jóvenes y sin experiencia.

 

Me pusieron de oficce y no tenia ni idea... Me viene a la memoria un dia en el centro de la Plaza de Doña Elvira me estaba preguntando la administradora que es lo que sabia hacer, y al contestarle negativamente,varias veces, "que no tenia ni idea" ,me contestó con evidentes signos de enfado: Digame usted de lo que tiene idea, para que yo me vaya haciendo también una idea.

 

El office era enorme, tenia tres niñas conmigo y la numeraria profesora. Nada mas desayunar, recogiamos entre toda la casa, los desayunos del comedor de la residencia y dejábamos puestas las mesas de la comida. Pasábamos a limpiar toda la mañana la residencia y la vuelta no nos daba mucho tiempo. Rematábamos lo que habia quedado y habia que hacer reposteria...

 

Llegaba la hora de comer y no habiamos terminado. Comía deprisa y corriendo, pues tenia que servir el comedor, que no era compatible con estar en el turno de comida de la residencia, pero no habia gente preparada para ello y me lo pidieron a mi.

 

No lograba hacerme con el trabajo y además, tenia que hacer los postres. Recuerdo las quince tartas que tenia que hacer o los quince bizcochos..... me gustaba hacer repostería pero no en serie ni con el tiempo tan justo. De aquellos meses guardo un conocimiento general de hacer tartas que con un poco de imaginación mia, suple la falta de llegar a ser una gran repostera, y que tienen gran éxito en la actualidad entre mis familiares y amigos.

 

La verdad, la casa era enorme y el trabajo intensísimo... las chicas demasiado jóvenes y sin preparación hacian lo que podian.... Toda la responsabilidad recaía en la monitora auxiliar de cada servicio, pues la mayoria de las numerarias eran jóvenes e inexpertas.

 

Pero aquella vida tenia otros alicientes muy interesantes para alguien muy consciente de su vocación divina como era yo entonces... convivir con las chicas las veinticuatro horas del dia, te llevaba a formarlas como tu querías. Asi habían hecho conmigo años antes e iba repitiendo los mismos pasos, estaba como pez en el agua .....

 

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