Para Gómez, sobre Enrique Rojas.- Isabel Caballero
Fecha Wednesday, 11 June 2008
Tema 105. Psiquiatría: problemas y praxis


Gracias Gómez. Te agradezco mucho tu consejo, pero no pienses ni por un momento, que no he denunciado a Enrique Rojas. Pese a las amenazas que recibía – en las que me decían descaradamente que no conseguiría nada porque Rojas tenía “mucha mano” -, denuncié desde el primer momento e incluso plasmé en la denuncia lo de “la mano de Rojas”. Aun así, por la fuerza y por la espalda – como siempre -, Enrique Rojas volvió a intentar mi internamiento psiquiátrico – a través de mi ex marido, también como siempre -, en una 3ª ocasión y se lo volvieron a admitir en los mismos Juzgados donde había informes de otros muchos profesionales que me habían examinado y no habían encontrado ningún tipo de trastorno.

 

En ese mismo Juzgado, mi ex marido a su vez, pedía la administración de las participaciones de una pequeña empresa que en su día yo había fundado, alegando que Enrique Rojas había emitido Certificado Médico sobre mí prescribiendo internamiento psiquiátrico. Y en el Juzgado de al lado pedía la administración del patrimonio familiar, también alegando que Enrique Rojas, había prescrito mi internamiento psiquiátrico. Más claro … ponle nombre Gómez.

 

En España la Justicia está como está. Estoy convencida que existen excelentes jueces y fiscales, pero para que intervengan, la causa debe ir a parar al Juzgado de un buen juez. En ese “reparto” ¿cabe intervención “de mano”?. No lo sé. Pero sí sé que con la ley a ningún ciudadano español se le puede hacer lo que a mí me han hecho – todos mis abogados han dicho siempre que era de “libro” -, pero me lo han hecho. He sufrido y sufro las consecuencias y el agotamiento de más de 10 años de lucha. Llevo muchos años “desarchivando” una querella criminal que le puse en su día a Enrique Rojas. La Audiencia ha dicho que se le juzgue, pero parece que aun no ha llegado el día. El Juzgado que instruye el caso, en estos años a la vez que solicitaba archivo, ha ido rechazando todas las pruebas que mi abogado pedía.   

 

Respecto a los “testigos” que consideras imprescindibles, no tengo una cinta de vídeo donde mi ex marido paga y Rojas le da un Certificado Médico prescribiendo mi internamiento psiquiátrico (seguramente no pusieron cámara ni micrófonos al realizar la transacción) y puedo decirte que la 1ª vez que intentaron internarme, fue de madrugada. Cuando me sacó la policía a la calle para meterme en la ambulancia, recuerdo que miré a lado y lado y… no había nadie que pudiese ver lo que estaba sucediendo. Me llevaban pero… no había nadie. Aunque quizás como no hay crimen perfecto, existen pruebas hasta de la hora.

 

Hace 10 años si me hubiesen contado esta historia, hubiese dicho que era falsa y no me la hubiese creído. Al igual que actualmente cuando digo que Enrique Rojas no es, ni ha sido Catedrático de Psiquiatría de la Complutense, que desde 1984, se identifica así y que actualmente los diez libros que tiene a la venta, los tiene con este cargo, nadie lo cree y todo el mundo dice que “de ser cierto, el Colegio de Médicos no se lo permitiría”. Pues… es cierto, el Colegio de Médicos lo sabe y no sólo se lo permite sino que alguien en el Colegio de Médicos, consigue que se archive todo lo relativo a Enrique Rojas.

 

Ni soy ni he sido nunca del opus, Gómez. Lucho contra Enrique Rojas, un sujeto que se identifica como “catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense” desde 1984 y no lo es, ni lo ha sido nunca, aunque llena su consulta de personas que pagan caché y creen que están siendo tratadas por “un catedrático de la Complutense y su equipo”. Con esa errónea “creencia”, la gente confía, sigue instrucciones y aguanta tratamientos con los que no están de acuerdo, pensando que están “en buenas manos”, cuando en principio – y de eso no hay duda por los Certificados colgados en la red, que se pueden comprobar llamando al Dpto. que los ha emitido de la UCM -, están en manos de un embustero.

 

Enrique Rojas tiene nombre, rostro y una conducta imputable – tanto conmigo como con otras personas -. Me da igual que sea del opus, de la Legión de Honor o de la Santa Compaña.

 

Creo que para detener algo, es así como hay que luchar – contra un nombre/s concreto/s, por haber hecho algo concreto, que hay que definir y denunciar -. No entiendo mucho pero me parece que la Justicia, funciona así y eso es lo que hago.

 

Otra cosa es, la forma de conseguir, mediante pagos, sicarios, enchufes, amiguismos, amigos de amigos o compañeros de amigos situados en determinados puestos, afinidades ideológicas, intercambio de favores …  y/o tráfico de influencias (me parece que así, también se consiguen “cosas”, aunque no es lícito).

 

Ya he dicho aquí, que no era paciente de Enrique Rojas. Utilizando un pretexto sobre mi entonces marido, me llamó por teléfono para que fuese a verlo a su consulta.

 

No sabía que era del opus. Aunque lo hubiese sabido también hubiese ido. No podía imaginar que los médicos del opus mintiesen hasta el punto de certificar y/o llevasen a cabo cierto tipo de “negociaciones”, con vidas ajenas. Si me hubiesen advertido, tampoco me lo hubiese creído. ¡Así de tonta era!

 

Seguiré otro día porque hoy ya no puedo más con “el Rojas”. Casi once años de lucha, extenúan.

 

Muchas gracias de nuevo por tu consejo Gómez (aunque lo sigo desde el inicio de esta movida, te lo agradezco un montón). Saludos a todos.

 

Isabel Caballero (Madrid – España)









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