Creo que Ignacio expone un punto importante de los sentimientos que tienen quienes han sido formados desde chicos por medios del opus dei. El opus dei practica los sacramentos, las predicaciones, las celebraciones, las peregrinaciones, y muchas otras actividades positivas de la religión. Esas actividades dejan una huella en el alma y lastima cualquier crítica hacia ellas.
Creo que a Ignacio le falta conocer aspectos de la organización propia del opus dei para que lo pueda juzgar en su totalidad y quizá diferenciar.
Madame Lelú.