Me parece que estudiamos en el mismo colegio. Para Satur.- Sanivo
Fecha Wednesday, 04 June 2008
Tema 010. Testimonios


Estimado Satur:

¿Qué me dices? ¿Que al de Química también le llamaban "el Mol" en Montearagón? Yo pensaba que era exclusiva de Jesuitas, para don Andrés Gómez,  a quien, por cierto, tanto apreciaba.

Bien, bien, así que somos de la misma ciudad... Y me parece que estudiamos en el mismo colegio: The Saviour ¿Es así? Y caímos en las mismas redes: las de la Cosa... Yo la llamo "el MOPU" o "el Ministerio".

Aguanté menos que tú, y eso que pité de supernume... Vamos, como para aguantar a los numeratas las 24 horas del día. ¡Madre de Dios! ¡Qué pesadicos eran! Sentía que me intentaban estirar como si fuera de chicle. Muchas veces daban ganas de contestar mal, pero éramos tan dóciles a la gracia, que soportábamos correcciones fraternas del tipo "San cha cha chá decía que la compostura exterior bla bla bla, bla bla bla, así que siéntate recto, que te hundes excesivamente en el sillón."

Mis problemas fueron simples. Era muy voluntarioso -perdón, voluntarista- y  bastante soberbio. Quise ser el que más, y aguanté hasta que los nervios me dijeron hasta aquí. 19 normas diarias, entre pitos y flautas, no las aguantaba ni un monje de clausura. Además tenía y tengo ese vicio de la colita que tanto jode -el vicio, se entiende-, porque no puedes comulgar sin dejar de confesarte antes y, si lo haces, aun rezando previamente el Señor Mío Jesucristo, y con propósito de decirlo en la siguiente confesión, como te han educado en lo de la falta de parvedad de materia, lo de "estás crucificando a Cristo" y lo de "la fuerza de los hábitos no sólo no atenúa sino que aumenta la responsabilidad", pues no lo puedo soportar, y me pasa como a tí con lo de la comunión en la mano.  Total, que un buen día, al borde de un ataque de nervios porque no había encontrado un cura con quien confesarme, y nada de lo que hiciera fuera del estado de gracia iba a ser meritorio ante Dios, me ví a mí mismo así como desde fuera y me dije: "Pero chaval, ¿a qué estado tan lamentable has llegado?" Y decidí mandarlos a tomar por el recto.

Hala, sursum corda, como decía mi yayo.

Fdo.: Yo, el Rey.









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