Perseverancia. ¿En qué mundo de locos estuve?.- Brian
Fecha Tuesday, 23 March 2004
Tema 050. Proselitismo, vocación


Orejas,

gracias por haber colocado el artículo de Retegui, el de la Perseverancia. Es increíble cómo se puede explicar de forma tan lógica, algo que a muchos o por lo menos a mí, nos retuvo años en la Obra debido a la información tergiversada que recibìamos sobre la vocación y, por tanto, sobre la perseverancia. ¿Pero en qué mundo de locos estuve y cómo consiguieron manipular mi conciencia de aquella forma? ¿Qué tácticas y técnicas utilizaron para hacerme creer durante años que el fundador, el prelado, los directores, todos, son Dios, y que la Obra es Dios, y que perseverar en el absurdo también es de Dios? Yo me tuve por un chico inteligente, es más, mis padres creían que tenían un hijo superdotado y dudaban si llevarme a Houston para resolver el problema de Tom Hanks. Sí, sí... superdotado. Super lelo, super tonto, super crédulo, super inocente y super buena gente, que de eso se sirvieron. Pero, GRACIAS A DIOS, Dios tenía otros planes para mí, y un buen día -que eso sí que lo vi yo solito- me dijo que abriera la puerta de ese centro, que saliera corriendo y que no parase hasta ponerme a salvo. Así que llegué a casa de mis padres ya mayores, -que no eran supernumerarios porque si no, no me hubiera puesto a salvo- y desde allí empecé a recomponer un rompecabezas al que le faltaban piezas. Las piezas que le faltaban las estoy encontrando gracias a lo que en la web estáis publicando. Tenéis y no sé si sois consciente de ello, la explicación o las indicaciones o el prospecto para poder hacer el puzzle y encajar todas las piezas. No me extraña que el Opus esté de los nervios con la web: ahí tenéis el secreto para desmontarles todo ese castillo de naipes que tarde o temprano caerá, y espero que Dios me dé vida para verlo. Me he ganado la primera fila, por tonto, para ver cómo se desmonta la gran mentira a la vista de todos, Iglesia católica incluída.

Un abrazo ¿cómo os diría yo?, ¿de gratitud? ¡más todavía!, de esos que uno le daría a su jefe cuando le dijera: 'Brian, a partir de mañana, no hace falta que madrugues, puedes fichar a la hora que te venga bien'. Pues así de fuerte.

Brian







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