Treinta y cinco años numeraria auxiliar (15).- Maripaz
Fecha Friday, 30 May 2008
Tema 077. Numerarias auxiliares


 

NUMERARIA AUXILIAR DURANTE 35 AÑOS (15)

Maripaz, 30 de mayo de 2008

 

 

En esa administración he dejado mis fuerzas fisicas, planchando tardes enteras en aquel estrecho planchero que os contaba, a veces cuando mas apretaba el calor. ¡Como me dolian las piernas de estar de pie tantas horas!

Solo sentia alivio cuando una niñita, hija de la vecina de al lado, metia su carita por debajo de la celosía y me miraba con sus preciosos ojos reclamando mi atención. Teniamos grandes conversaciones y con su imaginación y la mia nos transportábamos a un mundo lleno de magia. Cuando alguna vez la ventana estaba cerrada, ella llamaba con su manita, insistiendo para que la abriera. Me hicieron varias correcciones fraternas porque perdia el tiempo con ella y mi tarea se podía ver mermada. Realmente me consideraban una maquina de planchar y habia que amortizarme...



Alli limpie y planche mi primera sotana ¡qué miedo me daban!. Una prenda tan grande y negra, me imponia. Habia que limpiarlas con un disolvente, cepillándolas con fuerza, que se metia por la nariz y los ojos, haciéndote llorar, pues era muy fuerte. La ventana tenia que estar abierta, para evitar una intoxicacion. Luego, se dejaba secar y se planchaba. Era todo un arte, por su tamaño y porque le salian brillos por su color. Había que ir poniendo un paño negro por encima, con aquellas planchas de entonces, no tan sofisticadas como las de ahora.

Un dia nos paso algo con la cafetera que usábamos normalmente. No era electrica y todas las mañanas, mientras haciamos la primera limpieza, dejabamos una al fuego pues no nos llegaba el cafe para todos con una sola e ibamos adelantando. Teniamos los minutos contados para preparar el desayuno. Eran profesionales y salian rápidamente a sus respectivos trabajos.

Dejabamos la puerta del comedor entreabierta .La casa estaba en silencio sepulcral, los residentes hacian la oracion de la mañana. Y de repente un ruido espantoso nos alarmo. Venia de la cocina. Nos acercamos con rapidez y vimos con estupor que la cafetera habia explotado ,lanzando el cafe hasta el techo y llenando todos los azulejos y los armarios.

El espectáculo era asombroso, nos quedaban apenas diez minutos para bajar a misa , asistíamos en el anteoratorio con los residentes, aunque no nos veian ni los veiamos. Recogimos lo que pudimos y bajamos a misa.

Despues de misa y con los residentes en el comedor, pusimos la cafetera de nuevo y zas volvio a explotar,con gran estruendo .Yo estaba al lado tostando pan y grite con todas mis fuerzas. En el comedor cesó toda actividad y hubo un silencio,lleno de ansiedad, por saber que habia pasado. A los pocos minutos sali al comedor con un enorme bote de Nescafe y todos las miradas se posaron en mi. El director discretamente, me preguntó que habia pasado y si estabamos bien.  

Al rato llego la administradora y cuando el director le daba los comensales por el telefonillo le comento lo del incidente, le debia decir de comprar una nueva y ella como era "doña tacañeta" se resistia, optó por decir que con una goma nueva en la junta de una pieza, bastaria.

A la hora de comer apareció el director con una preciosa cafetera nueva que habia comprado y me la entrego a mi que servia el comedor. La abrimos con gran ilusion pues venia perfectamente envuelta, como si de un gran regalo se tratara

¡Menos mal que el director era sensato!

Siguiendo con el relato de la epoca, estaba en esa casa cuando el toro "Isleño"me parece que se llamaba, acabo con la vida de Paquirri ,gran torero de la epoca. Fue impresionante la vuelta al ruedo que le dieron en su feretro en la plaza de la Maestranza, recuerdo estar preparando la merienda y seguirlo por la radio .Mas tarde lo vimos por televisión.

Habia un residente muy "pijo" secretario del centro y que trabajaba en la delegacion de oficial. Era joven y apuesto y muy tiquismiquis con la raya de sus pantalones, que a veces devolvia para que se los volviesemos a planchar de nuevo, alegando que no estaba a su gusto. Su habitación estaba al lado del comedor y me encantaba los domingos, mientras limpiaba el comedor y ponia la mesa,escuchar la musica que venia de su habitacion y que el por ser domingo y no ir a trabajar ,ponia toda la mañana .

Sus favoritas eran el Vals de las Mariposas y Sugar-Sugar. Tu eres dulce miel y tu risa un cascabel , se oia por debajo de la puerta...

Me caia simpatico ,aunque a veces le hubiera puesto sus pantalones de sombrero...

Cuando volvia de trabajar alguna vez al ver la niñita debajo del ventanal, charlando conmigo, el a mí no me podia ver por la celosia, la mandaba marcharse de alli y mas de una vez senti ganas de pegarle un grito afeando su conducta.

Ironías del destino pasado un tiempo, en un curso anual en Cataluña, que era su tierra, cual es mi sorpresa -yo me habia enterado que se habia ordenado- que al entrar el sacerdote a dirigirnos la primera meditacion del curso, veo alli a mi flamante secretario. Me hizo mucha ilusion, pues además de haberle criado, nos daba unas clases preciosas y amenas. Cuando tuve que pasar a confesame con el aproveché para decirle alguna que otra cosa de lo que pensaba de el y que me habia guardado tanto tiempo.

En la primera clase que nos dio, aparecio con su impecable sotana y una lista con nuestros nombres y apellidos, preguntando una por una quien era cada cual. Cuando me nombro a mi, el corazón parecia se me iba a salir y apenas logre contestarle tartamudeando.

Solia preguntar mucho en clase personalmente y a mi no me dejaba en paz. Creo que fue el curso anual que más estudie de todos, con tal de contestar perfectamente a lo que me preguntaba. ¡Buena era yo! Antes muerta que sencilla ...

 

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