Hola a todos. Me llamo Drew y me estreno en Opuslibros, aunque os sigo como lectora desde hace algunos años. Siento aburriros con un tema tan manido, pero no por eso menos doloroso para las que tenemos la desgracia de experimentarlo: enarmorarse de un miembro del Opus Dei (en este caso, un agregado). Nos presentó hace cinco años un amigo común, no perteneciente al Opus, y enseguida hubo una corriente de simpatía mutua. Nos unían muchos temas : literatura, historia, opiniones políticas. El es un hombre de extraordinaria cultura, gran educación y gentileza, afable, simpático y accesible. Por su profesión (es un "mediático" conocido) empezamos a cruzarnos correos electrónicos comentando sus intervenciones o artículos en los medios.  Estábamos de acuerdo en casi todo siempre. Yo creo que, entre 2003 y 2008 nos hemos cruzado más de mil correos. Jamás le comenté que yo sabía su pertenencia al Opus y él nunca abordó el tema. Sinceramente, no me parecía adecuado tocar una parcela que pertenece a la intimidad de cada uno.

Poco a poco me fui enamorando de él y, a mediados del año pasado, cometí la tontería de dárselo a entender, aunque ya sabía que por su condición de agregado era un tema irresoluble. Sorpresivamente, y aunque no explícitamente, me fue dando a entender que él también lo estaba. A los correos se unieron sms constantes, largas conversaciones telefónicas a última hora de la noche ... Únicamente nos veiamos cuatro o cinco veces al año, y siempre en presencia de este amigo común. Desde noviembre, la atracción se hizo tan irefrenable que él se las ingeniaba para acompañarme a casa y allí (imagino que según sus parámetros "caía"). La semana pasada, en una de nuestras tantas conversaciones, nocturnas, le confesé que sabía de su pertenencia al Opus Dei. No se enojó, pero a partir de este momento dejó de responder a mis correos y sms y, ayer, me telefoneó para decirme que durante unos meses necesitaba "mucha tranquilidad" y que debíamos cortar todo contacto. Como os he leído mucho en lo tocante a estos temas, no insistí. Me limité a decirle adiós. Podeis imaginar mi estado de ánimo, porque estoy absolutamente enamorada de él, y estoy segura que él también lo está de mi. Por eso se aleja.

Gracias por escucharme. Por lo menos he podido desahogarme, puesto que se trata de una persona conocida y no quiero perjudicarle. Un beso.

Drew