Opuslibros - No es lo mismo.- Ana Azanza

Estimados Orejas,

leyendo a Angel que escribe el pasado lunes día 5 se diría que llevamos cinco años largos ya haciendo el panoli en esta página. Pues al parecer lo que el opus dei hace lo lleva haciendo la iglesia católica mucho tiempo.

No estoy en absoluto de acuerdo con esa opinión. En los seminarios diocesanos no se hacen planes "voluntaristas" de ir a la caza y captura de "vocaciones". Supongo que aquel famoso versículo tan requetecomentado en el opus "sal a los caminos y que se llene mi casa" se interpreta de manera menos coactiva. Porque en esta web hay montones de testimonios de cómo el opus en todo el mundo nos formatea para el proselitismo, para dar la vara a todo el que tiene la desgracia de cruzarse, y sabemos bien como pitamos: después de intensas sesiones en las que se nos dejaba bien claro que había que cumplir la voluntad de Dios, y que negarse a escribir la carta era dar la espalda a nuestro creador. Todo ello es una auténtica barbaridad de la que la iglesia católica tiene la obligación de ser informada y actuar en consecuencia. Y si no hablamos con claridad y aportamos cuantos más testimonios mejor, seguirá pasando.

Por supuesto que en el pasado en España, pongamos hasta los años 1960 irse a un seminario o a un convento era una forma que había de colocar a los hijos de las familias españolas entonces numerosas. Era también una manera de tener estudios. Mucha gente de 50 años para arriba tiene estudios en este país gracias a las órdenes religiosas. El opus dei por el contrario y es una diferencia fundamental, jamás capta a gente con talento pero sin dinero. Por aquí se ha contado hace poco los sufrimientos del numerario hijo de supernumerarios "pobres" para poder pagarse los medios de formación opusianos. Un auténtico calvario. Nada es gratis en el opus dei. Todo se paga muy bien pagado.

Yo misma me dí cuenta el año pasado de la explotación que tuvo el opus conmigo en mis años juveniles: trabajaba a destajo como secretaria de dos centros, uno de agregadas. Estaba estudiando en la universidad de Navarra, pagando una carrera de filosofía que yo creo me salía más caro que si hubiera hecho medicina en una universidad pública, por hablar de unos estudios con más proyección económica sustanciosa. Y el opus dei no me perdonó la "pensión" en el centro de numerarias en el que vivía y trabajaba las 24 horas. Cuando se está en dos consejos locales y en la luna, te caen cantidad de tareas encima. Todas inútiles, pero que te tienen bien ocupada. Así que a pesar de la esclavitud y por si fuera poco ¡se me hizo pedir un crédito para subvenir a esa pensión del centro! Y para que todo quedara en casa el crédito no lo pude pedir al BBVA o al Santander, sino al banco Condal, entidad financiera opus filial del Popular. Doy fe de que devolví ese préstamo hasta el último céntimo. Que yo sepa las órdenes religiosas no tienen entidades financieras de apoyo como el opus.

Hoy mismo se habla en la página de lo que le ocurrió a una persona que dejó de ser monja con su trabajo. Y hay más testimonios en opuslibros en los que se compara como es la salida del opus dei con la salida de los franciscanos. El opus dei se comporta con sus ex miembros en el más puro estilo de la "omertá" de la mafia siciliana. Aquí mismo al empezar esta página se dice que muchos no dan sus nombres porque nadie quiere ser mártir. Estamos hartos de decirlo y de padecerlo, el opus dei practica el terreno quemado a tu alrededor, para que te quedes sin trabajo si lo tienes, para que nadie te dé trabajo si tienes que buscarlo. Complicándote la vida, hablando y removiendo cielo y tierra para que nadie te escuche y en todas partes se te dé la espalda. Eso, disculpa Angel, no lo hacen ni jesuitas, mi maristas, ni carmelitas, ni nadie porque son cosas que no caben en cabeza. Que parecen de ciencia ficción de la crueldad que demuestra el opus dei, gente sin absolutamente ningún escrúpulo.
Y por supuesto no es para nada lo mismo dar cuentas de conciencia al Superior una vez al año que hacer la charla todas las semanas y tener la obligación de confesar. Y tampoco que yo sepa ni jesuitas ni hermanos de la Salle ni Carmelitas de J. Vedruna utilizan los confesonarios para saber vida y milagros de sus alumnos y padres y así captar mejor.
De lo que estoy segura es de que tampoco se practica en esos lugares la delación bajo la máscara de "corrección fraterna". Creo que es un tema del que no hemos hablado lo suficiente, porque las correcciones fraternas a parte de lo absurdas que son, crean un clima insoportable, irrespirable, de desconfianza, de sumisión, fomenta la falta de espontaneidad, y una especie de "automatismo" en el ambiente.
Por no hablar de los testamentos que el opus tiene buen cuidado en hacer firmar a sus numerarios, eso hay que verlo para creerlo, como lo atan todo bien atado. Tampoco pasan estas cosas en las órdenes religiosas.

El paraíso no existe en este mundo, en todas partes tendrán sus problemas. Pero de ahí a querer atribuir los métodos sectarios y mafiosos propios del opus a los que de veras están en la iglesia con una aceptable buena fe hay un buen trecho.
Además a nadie se le ponen los pelos como escarpias cuando se nombran congregaciones "decentes". Ahora bien, a mí ya me ha pasado más de una vez que algo hay en el ambiente cuando se dice la palabra opus o "fui del opus": hay como una descarga eléctrica.... No en vano el opus dei lleva actuando décadas en nuestro país en la más absoluta impunidad. Y todas estas cosas que yo escribo las saben miles de personas porque las han vivido o porque las han visto en otros.

Lo único que hace falta es que se hable, se cuente y se diga abiertamente para que lo sepa toda España. Destapándolo es como se desactiva el opus dei.

También quería hacer notar a Mari Paz que, por mucho que tú creyeras que los residentes eran tu familia no lo eran. Ni existe la cacareada vocación ni estabas haciendo lo que creías que estabas haciendo. En esto no eres original, a todos nos vendieron la misma burra. Nos hablaron de una familia y entramos en una mafia dejando atrás las personas que de verdad nos querían como éramos, nos hablaron de vocación desde la eternidad y lo que había eran conveniencias, nos hablaban de cuidar los detalles por amor y lo que hacíamos era caer en manías olvidando lo esencial.

Sí, es necesario reconocer los fallos, fuimos estafados pura y simplemente. Nos engañaron a base de bien y no hay más vueltas que darle, aunque tú o yo estuviéramos emocionadas pensando que servíamos a la iglesia y a nuestras hermanas, ni eran nuestras hermanas, ni es la iglesia católica la que se beneficia del opus. Reconocerlo es pura salud y vida.

Ana Azanza.