Extraños amores.- Lydia
Fecha Saturday, 20 March 2004
Tema 100. Aspectos sociológicos


Extraños amores

Hola Orejas, quiero dejar un comentario sobre el tema de las parejas de los ex. No entiendo esas exigencias de no hablar más del tema opus, ¿eso es amor? ¿eso es querer a la persona como es? si alguien no está dispuesto a oírme a hablar sobre un tema que ocupa prácticamente la totalidad de mi vida, deduzco que esa persona no me quiere como me tendría que querer. El pasado forma parte de la existencia, ahí está el estupendo libro de Retegui que estáis publicando, él también lo dice en muchas de sus páginas.

Creo que Claudia se fue de aquí por exigencias de su pareja, les deseo lo mejor, pero yo no quiero eso para mí, no le envidio en absoluto. Me pregunto si la marcha de Francisco Mellado tiene la misma causa. Tapatío también hace alusión a lo mismo.

Como damnificados por esta peligrosa mentira tenemos todo el derecho del mundo a no parar de hablar del tema así se nos quedemos sin saliva, y si no lo entiende la persona que dice quererme no me he enterado yo que es eso del amor. No me he ido de una mentira para caer en otra. Callar algo que tengo ganas de decir y derecho a decir es un tipo de engaño.

Estamos bastante de acuerdo en que ser nume, es decir, enterrar tu juventud en el opus y abrir los ojos cerca de los cuarenta, es darte cuenta de que no has vivido la vida. ¿Y a estas alturas me voy yo a plegar a unas exigencias de "no hables más del tema que me rayas"? pues si te rayo te aguantas, porque yo soy un ex, es mi realidad.

Miro al frente y camino, no estoy estacionada en el daño que me han hecho, pero lo que nadie debe exigirme es que borre de mi mente tantos eventos, años, cosas que pasaron y que salen a flote una y otra vez en la conversación. Por tanto, si a alguien no le gusta el tema me buscaré otro alguien, porque soy una persona que habla de su vida, lo mismo que cualquier ser humano "rayará" con la suya.

La experiencia opus es demasiado fuerte y traumática como para ocultarla, hay que airearla, racionalizarla y que le dé bien el aire. Los sentimientos que se pudren dentro son las que más daño hacen. Quien tiene que parar de hacer daño es el opus, nosotros no tenemos porqué parar de contar, ni mucho menos.

Desde mi punto de vista es un mal propósito el de "no hablar tanto del opus porque mi mujer está harta".

Buenas noches

Lydia







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