¿Qué has hecho del pasado?. (Cap.2 de 'A quien pueda interesar').- Satur
Fecha Saturday, 20 March 2004
Tema 040. Después de marcharse


Cap.2 de 'A quien pueda interesar'
Enviado por Satur el 20 de marzo de 2004


"¿Qué has hecho del pasado? ¿De qué te han servido todos esos años de fidelidad que ahora tiras por la borda haciendo que todo en tu vida se quede sin sentido?"... nos dicen los que recuerdan a los que olvidamos, los fieles a los traidores. Y quizás tengan razón. Quizás; porque puede suceder que la "fidelidad" del primero no valga mucho más que la "traición" del segundo. ¡Es todo tan relativo! Hay muchos motivos en las fidelidades y en las traiciones que se mueven por idénticas intenciones tan egoístas como miserables. Son los mismos egoísmos los que llevan a un hombre viejo a aferrarse a su joven amante, y los que mueven a ésta a intentar la ruptura. Para él ha terminado el festín de la vida, mientras que para ella apenas ha comenzado, todo cargado de platos fantásticos y sabrosos. En realidad ambos se encuentran en el nivel en que se ama como se come, y a ese nivel la traición consiste en vomitar y la fidelidad en rumiar...

Llama la atención la cantidad de correspondencias agresivas con la opus del Único.

Las cosas no son lo que parecen, y las personas menos. La fidelidad o la traición a un amor, a una institución, a lo que se quiera, se han de medir en conciencia, en lo más profundo de cada uno, a solas. Nada ni nadie pude asegurarnos la felicidad, el no haber errado el camino, nuestra vocación, sólo por pertenecer y estar a su lado. Ya no digamos el amor, el nuestro. A veces La Piedra me pregunta si la quiero, y yo a ella. Necesitamos saberlo, que nos lo digan, y decirlo. Como er pápa hitano cuando está con la máma.

-A vel , Pieeeedra, que no sé si me quieres, que me lo estás hasiendo de pasar mu malamente.
-Pos claro que te de quieeeeero, Saaaatur, mi Patliaaalca. Amos a vel, y tú, enga, dímelo, ¿me de quieeeeres?.
-Ayyyyy Pieeedra, pos clairo que te de quieeeero. ¿ No te de recuerdas que siempre te de acompaño con la fregoneta al Carreful y ande seeeea?

Y así parece que el amor está allí... pero, quizás no.

Conozco un amiguete, viaja mucho, que una tarde, después de seis días ausente de casa, llegó con ganas de guerra y le dijo a su mujercita "chica, prepárate, que esta noche hay festival de Eurovisión" Así fue. Y en esas estaban, en el fragor de la batalla, cuando se oyen unos golpes en la pared del vecino de al lado, y una voz que grita: ¡¡¡VAYA SEMANITA LLEVAMOOOOOOOOSSSSSSS!!!.

El hombre está que no levanta cabeza.

Y es que nada es lo que parece. Y nadie mejor que uno para saberlo.

Es algo muy normal y habitual que los contratos, los juramentos y los votos más solemnemente formulados son, en general, los que menos se respetan (respeto interior, digo, no el conformismo de "guardar las apariencias", que de eso hay mucho, y en todos los sitios). Y es lógico. Tendemos a hacer promesas en la medida que nos sentimos más o menos exteriores a la cosa prometida, por eso no la cumplimos. Una madre no jura fidelidad a su hijo. Su fidelidad se confunde con su existencia.

Cuando yo estaba -buen verbo este de "estar"- en la opus de dei mi fidelidad estaba definida sólo por cosas exteriores, contratos, cumplimientos exteriores de normas, costumbres y estilos... pero, ay, mi interior andaba arrastrado por afectos, movimientos extraños, impulsos desbocados, necesidades muy humanas que negaban la naturaleza de esos compromisos y promesas. Había que buscar solución a todas esas cosas, centrarlas, encauzarlas: dejar de comprometer el futuro, el mío, con los labios y llevar la eternidad en mi corazón. ¿Qué pudo salir mal?. Pues sí. Pero, mira, colegui, pisha, no salió mal. Dios no abandona nunca un corazón que busca. Nunca.

Admiro cada vez más a aquellos -hace unos días nos enteramos de otro en estas páginas- que vuelven a empezar a edades que los demás tachan de locuras, de despropósitos, y de traición. Pienso que son gente que busca al final del camino de su vida un espacio de amor verdadero, de sinceridad, de auténtica lealtad. Se les acusará de haber caído en el señuelo de la carne, de la pasión estúpida del viejo, del "punto de corrupción" que hablaba el santo, y tengo para mí que, probablemente, quieran encauzar y enfrentarse a muchos años de mentiras, de paréntesis ocultos y vergonzosos, de apariencias estériles y de miedo al juicio de su propia conciencia cuando ya sea demasiado tarde.

Enhorabuena. Bendita la hora.

Y como hay quien no creerá que acompaño al Carreful a La Piedra, aquí envío afoto que lo prueba. Vamos camino del aparcamiento... ¡¿Qué?, ¿la quiero, o no la quiero?, ¿eh?.

Satur y la Piedra







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