Acabo de leer el primer testimonio de MariPaz tras sus 35 años como numeraria auxiliar... y es la frase que se me vino a la cabeza: huele a verdad.

Yo fuí 16 años numeraria. Unas cosas las recuerdo con gratitud y cariño, y otras -como el trato absolutamente clasista que debíamos tener con las numerarias auxiliares- las recuerdo con vergüenza. Las trataban como niñas, con un "paternalismo" que les mermaba su dignidad de personas hechas y derechas; y ellas, a su vez, acababan desarrollando en muchos casos un patético y lógico "infantilismo".

Imagino que cuando MariPaz dejó la Obra, no tendrá siquiera cotización a la Seguridad Social... Ojalá me equivoque... Me gustaría mucho que siguieras compartiendo con nosotros tus recuerdos.

Mi admiración, mi respeto, y un gran abrazo para ella y para todas las numerarias auxiliares que anden por el mundo, dentro o fuera de la Obra.

Rous