Estoy bautizada... y no he apostatado, pero me encuentro en una situación de crisis- creo que bastante frecuente cuando uno sale de la prelatura-.

No sé por donde empezar en mi vida espiritual; hace unos meses hablé con un sacerdote de la obra y ante mis dudas, mis planteamientos de irme, sólo me dijo que ¡estaba haciendo el gili...!.

No le debo la fé a la obra... recibí una educación católica en mi familia, en el colegio. ¡¡Eran otros tiempos...!!, pero mi paso por el Opus Dei no ha sido precisamente un refuerzo para mi fé; sí un "entretenimiento" cuando pensaba que todo lo tenía que hacer a medida de la "mente del Padre"... Ofrece esto y lo otro, ¡encomienda! ¡tus sufrimientos sirven para sacar adelante a la obra! .

Cuando te vás... ¿qué te queda? Apenas conozco a Jesucristo -- tres minutos diarios de lectura del Evangelio, en mi caso no han dado para mucho--, sé mucho de normas, costumbres y criterios de conducta, "tácticas apostólicas"...

He firmado en el escrito de Denuncia al Vaticano. Mi testimonio puede ser poco relevante, pero el daño producido para mí...¡claro que sí¡¡

¿Que has pasado por varios psiquiatras, psicólogos, sacerdotes... y nadie te entiende? Razón de más para pensar que esto "no es bueno y que no hay que callarse"

Un abrazo a todos,

Julia