Un amigo ex-numerario con el que compartí centro de estudios me comentó recientemente que cuando él empezó a pensar en irse del opus se planteaba con amargura la siguiente pregunta:

                              -¿Es que Dios no quiere que yo sea feliz?...

La pregunta surgía porque después de 10 años en el opus no era feliz, y cuando dijo que quería irse comenzaron las presiones de los directores para que no se fuera, con la consabida cantinela de que la voluntad de Dios  es que te quedes, por lo que inevitablemente se hacía el siguiente razonamiento:

                                -En el opus no soy feliz...

                                -Dicen los directores que la voluntad de Dios es que me quede...

                                -¿Es que Dios no quiere que yo sea feliz?...

Mi amigo finalmente llegó a la conclusión de que no era posible que Dios quisiera su infelicidad, así que se fue del opus y hoy es un feliz padre de familia.

Los directores del opus no conocen la voluntad de Dios, lo que pasa es que habiendo sido adoctrinados –directores y dirigidos- en la creencia de que Dios manifiesta su voluntad a través de la voluntad de los directores, terminan incorporando esa creencia a su vida como si fuera una revelación, y eso les lleva finalmente a hacer y decir muchos disparates, dichos y hechos en los que, olvidando que no se debe tomar el nombre de Dios en vano, manosean las conciencias en nombre de Dios, dicen ver vocaciones en nombre de Dios, amenazan con la condenación eterna en nombre de Dios, juzgan a los demás en nombre de Dios (incluidos otros grupos de la Iglesia, sacerdotes diocesanos, obispos y demás jerarquía de la Iglesia.)... y se atreven a presionar en nombre de Dios al que se quiere ir del opus...

Por favor, que dejen de tomar el nombre de Dios en vano.

José Antonio.