Otro Isidoro.- BDM
Fecha Wednesday, 05 March 2008
Tema 100. Aspectos sociológicos


Se cumplen en estos días tres años del fallecimiento de otro Isidoro, también numerario de largo recorrido.

 

Con ocasión de su muerte, se publicaron en España varios artículos que detallaban su trayectoria profesional y científica. En su vida se alternaron fases de dedicación interna con otras de actividad profesional externa. De las primeras queda la duda de si, como dicen las fuentes oficiales, fue el primer director del colegio Gaztelueta. También el dato de que se doctorase a los 43 años, algo paradójico en una carrera científica, que sólo se explica por sus años de director en la comisión regional.

 

Conocí a Isidoro. No puedo decir que le conociera bien, pues es bien sabido que esta no es la especialidad de la casa, al menos entre iguales. Además, me da la impresión de que no gozaba particularmente relacionándose de modo abierto con quienes le rodeaban. Me consta que entre sus súbditos internos había quienes no podían comprender cómo un director de centro ni siquiera hubiese dado nunca un breve paseo con alguno de ellos... ¡tras casi diez años de convivencia!

 

Su fidelidad a la institución y a su fundador fue absoluta. Desde sus tiempos de mecanógrafo del P. Escrivá, mantuvo una profunda adhesión a cuanto de él procedía. Por eso me dio cierta repugnancia conocer que, al poco de morir, el director de su última casa criticaba con extrañeza la severidad de sus costumbres y, en concreto, su estoicismo ante el dolor. Probablemente estimaba el aggiornado ejecutivo interno que ahora sí que se sabía vivir el buen espíritu, sin las extremosas adherencias de antaño...

 

¿Quién guarda hoy la memoria de este hombre? Con sus luces y con sus sombras, vivió de modo esforzado, cultivó la ciencia, se comprometió en trascendentes empeños educativos. Ahora descansa en un panteón innominado y dudo mucho que los detalles de su vida sean objeto de cariñoso recuerdo dentro de la institución. No sé si ésta es el mejor sitio para morir, pero estoy convencido de que es el lugar en el que con mayor rapidez se olvida a los murieron en sus casas. Quizá por eso son cada vez más los que desean pasar ese trance fuera de ellas.

 

BDM









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=11985