Cándido Irrazabal.- Doby
Fecha Monday, 03 March 2008
Tema 900. Sin clasificar


Había pensado pasar de los hilarantes envíos de Irrazabal, pero no he podido más, me he caído de la silla y he acabado con dolor de estómago… no he parado de reírme… lágrimas corrían por la mejillas y tengo que agradecerle esa sana dosis de humor que rezuma en sus escritos para regocijo de quienes visitan esta página.

Lo primero que me ha gustado de sus escritos es la sinceridad con que escribe, no se guarda nada -ex abundancia cordis… - y cuando pontifica (que no conversa ni argumenta, pontifica!!), lo hace sin el menor rubor. He quedado enganchado a su último escrito cuando sin reparo alguno desnuda su alma y escribe “Tengo para mí que el cinismo, además de una actitud vital, es un género literario. Puede ser una opción entre tantas para muchos, pero lo considero un deber para otros como yo, que además creemos…” (las negrillas no son del original).

Con esas palabras se declara, reconoce y confiesa un cínico. Como carezco del bagaje literario que engalana a este participante de la web, he tenido que acudir al mataburros y el Diccionario de la Real Academia Española me ha aclarado tan enjundioso escrito: “ Cinismo. Del lat. cynismus y este del griego… 1. m. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables…”, de que sea un género literario no dice nada la RAE, pero imagino que sólidos argumentos tendrá este buen aristócrata de la inteligencia, como los tendrá también para adherirse a esta “actitud vital” que tan bien sabe practicar en sus aportaciones a la web.

JJ puede ufanarse que es un hombre cándido, en el sentido que el DRAE otorga a esa palabra; su visión del mundo, la naturaleza y Dios reposa sosegada y pacíficamente en el argumento de autoridad: el Padre ha dicho que Dios se lo ha dicho y santos en paz. Hay que reconocer que el argumento de autoridad, sobre todo cuando viene de un hombre que ha escuchado a Dios, es un argumento demoledor, de hecho demolió las Torres Gemelas en Nueva York.

De lo más rescatable del último escrito de JJ es su catálogo de pecados, así nos recuerda que en pureza no hay nada pequeño (algo así como… que le viste la uña del dedo meñique a tu hermana y con eso has violado la separación de los 5,000 kilómetros pues una uña no puede verse a esa distancia… pues nada a confesarse que no hay uña pequeña…), pero que si pagas salarios de hambre y no tributas a la seguridad social pues lo más que podría haber hay es mal ejemplo “en un remoto caso”. Es el digno ejemplo de pensamiento opusino, hijo de tigre nace pintado dicen en mi tierra. No sé que lee JJ cuando la hojita de normas marca la lectura espiritual, pero pienso que el evangelio que utiliza no tiene este texto de Santiago “"Ustedes no les han pagado el sueldo a sus trabajadores, y el Señor todopoderoso ha oído las protestas de ellos. Ese dinero que no han pagado también los acusará delante de Dios" (Santiago 5,4)”

El mejor antídoto para ese típico pensamiento opusino donde la pureza es más importante que la caridad, la encontramos en el Catecismo de la Doctrina Católica, así que le dejo a JJ este link  . Lo que me aterra de esa visión tan frecuente entre los miembros del opus, es su afán por establecer escuelas de negocios; ya se imaginarán lo que podrán enseñar sobre el pago de salarios.

Habla en su escrito de una idolatría pagana que consiste en la coherencia entre lo que se piensa, dice y hace; es una extraña manera de exhortarnos a sabernos humanos, a reconocernos imperfectos y aceptar la imperfección de esas vidas nuestras. Nada tengo que objetar a esa aplastante aceptación de nuestra condición, a esa continua discrepancia entre el ser y el deber ser; ya sentenciaba Terencio “Homo sum; nihil humani a me alienum puto” (traducción para los malos latinistas y además mal pensados: Hombre soy, y nada de lo humano me es extraño).

Por cierto, cuando cita a su santo favorito con aquello de sabernos capaces de todos los errores y los horrores, ya se ve que no es más que un refrito un poco más sonoro de lo que ya enseñaba el pagano, pero éste último lo dice con ese sabor tan propio de la cultura clásica y el santo con un regustillo a slogan publicitario de fácil digestión para estómagos poco duchos en digerir a los clásicos.

Pero luego, JJ empieza a abundar en el campo exegético y teológico, para él y bajo su sola responsabilidad, como afirma con vehemencia, irse de la obra es un pecado contra el Espíritu Santo, ése del que Jesús dice en los Evangelios “no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno”… Sugiere JJ que esta idea es de tu propio peculio, pero no sé porqué a mí me deja la impresión que repite lo que otros le han dicho, pues esta confusión entre abandonar el opus y la condenación eterna es parte de la doctrina institucional, todos los que nos hemos ido hemos escuchado estas retorcidas interpretaciones del evangelio en muchos centros distintos en muchos países distintos en muchos tiempos distintos, que lo diga bajo su responsabilidad no nos dice nada nuevo… viene a esta web a repetir las consignas de siempre, las historias de siempre y, con perdón –o sin él que soy libérrimo- las sandeces de siempre…

Donde me que quedado atónito ha sido al leerle “Si pecáramos sólo siete, es que estaríamos preparados para que el Señor se nos lleve al Cielo en ese mismo momento, y nos moriríamos todos simultáneamente, con el problema de continuidad de la Obra que eso traería consigo”, aquí y con este texto he acabado de reventar a carcajadas. No sé de donde saca el tiempo para elaborar esas razonadas sin razones, nunca antes mejor dicho.

¿Eso es lo haces en tus tiempos de oración, en formular ese tipo de reflexiones empleas la vida? Me aterra pensar que yo perdería mi tiempo así de haber seguido dentro… gratias tibi Deus… me fui.

Cuando expone la farmacopea opusina preferí leer en diagonal en aras de la brevedad y la cordura, me detuve brevemente en la simpatía especial por alguno de casa donde probablemente se está metiendo una sensualidad lindante con la sodomía, y así confirmé esa pérfida fijación por la sexualidad que impera en la institución.

Para terminar, acompañé las risas de Agustina al leerle sobre la capacidad de san JM de profetizar el Internet, el mp3, móviles, computadores “así sobre tantos otros temas” dice.

Como siempre, tan propio de estos defensores de la Fe (que romper lanzas por el opus es hacerlo por la Santa Madre Iglesia) nos invita a redimirnos (extra opus nulla salus) y así nuestro Señor quizá –y solo quizá que quede claro- tendremos un lugar junto a los paganos de conciencia recta... Naturalmente no deja de romper alguna lanza a favor de dar aportaciones al opus, olvidando aquella vieja y sabia enseñanza que los primeros cristianos conservaban en la Didaché “11:6 Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta.” Esto era lo que vivían los primeros cristianos… pero que sabe el opus de eso?

Un abrazo hondo a tod@s,

Doby












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