CASUALIDADES DE LA VIDA
Desde que me hice del Opus Dei, y a lo largo de los treinta y cuatros años que estuve dentro, se produjeron una serie de casualidades de la vida en los diferentes centros de agregados y de numerarios en los que estuve en Madrid. Pero también se produjeron otras que, con el tiempo, me iba enterando. Me refiero a algunas personas de la vida pública de España que residían en esos lugares.
El primer centro de la Obra que frecuenté fue el llamado "General Oráa, 5", que posteriormente pasó a denominarse internamente "Velaña" (no se si se escribe con b). Estaba situado enfrente de la Embajada de Estados Unidos de Norteamérica en Madrid. Se trataba de un piso dependiente del centro de estudios de los numerarios de Madrid, que entonces era conocido como Colegio Mayor Santa Cruz, y posteriormente, para eliminar el nombre confesional fue bautizado como "Colegio Mayor Montalbán". En 1965, la sede del Colegio Mayor Santa Cruz estaba en el Paseo de la Castellana 50. Se trataba de un edificio alquilado al Conde de la Maza, que posteriormente fue vendido por éste y pasó a ser le sede de un banco. Este edificio lindaba con la embajada americana y con la residencia de su embajador. Tambien estaba allí la residencia del embajador de Bélgica en Madrid...
Pero vayamos al centro de General Oráa 5, propiedad de la familia de don Fernando Valenciano Polack, entonces uno de los miembros del Consejo General del Opus Dei. Al poco de comenzar a a ir por allí en noviembre de 1964, me di cuenta que en la misma escalera residía el Teniente General Barroso y Sánchez Guerra, entonces ministro del Ejército (de Tierra) del Gobierno del General Franco. Con el tiempo, en la misma escalera tenía su estudio el modisto Miguel Rueda. Hoy este centro ha desaparecido.
Con el tiempo, aquella parte de Madrid tuvo una importancia bastante grande, pues residía el presidente del Gobierno, Almirante Carrero Blanco, asesinado por ETA en 1974; y la viuda del General Franco, Carmen Polo, y la hija y el yerno de ésta, Marqueses de Villaverde. Como se ve, que el centro de General Oráa, 5 estuviera enfrente de personajes tan importantes le elevaba su valor.
Posteriormente, en septiembre de 1965, ya siendo de la Obra, pasé a depender del centro existente en la calle Vitrubio número 3, donde ya se encontraba la Oficina de Información del Opus De en España y la sede del alto estado mayor del Ejército en España. Allí los directores del entonces instituto secular pretendieron que fuera un centro de San Rafael, pero al finalizar el curso 1965-1966 dejó de existir. Se hacía raro mirar a través de la ventana y ver a militares de uniforme.
Ya pasados unos años, estuve en el centro existente en la calle Monte Esquinza número 22 de Madrid, del que dependía un piso de agregados situado en la calle Fortuny número 29. Era un edificio en el que residía el entonces profesor Enrique Fuentes Quintana, que con el tiempo fue vicepresidente económico del gobierno de España, ya con la democracia. Una de las peculiaridades de este centro era que no había tanta distancia física con la delegación de las mujeres de la Obra de Madrid Oeste, en la esquina de las calles Jenner y Fortuny. Alguna vez miré a través del patio y observé que el centro de ellas tenía una cristalera.
Lo de los ministros no quedaba ahí. En la calle Castelló de Madrid hubo un centro de San Rafael llevado por numerarios del Opus Dei, en el que residió un ministro de la UCD, partido que gobernó España en los primeros años de la llegada de la democracia. No tengo más noticias de otros ministros "vecinos" de centros de la Obra.
Pero no todos eran ministros. Con la llegada de la democracia, el entonces secretario del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, en su residencia del Parque del Niño Jesús de Madrid es vecino del centro de numerarios conocido como "Reyes Magos". ¡Quién lo iba a decir, unos tan creyentes y otro tan ateo! Los extremos se juntan. ¿Qué dirá el antiguo líder comunista cuando se encuentre sacerdotes de sotana en el mismo edificio de su vivienda?
Confieso que he sido un enchufado en la vida por haber tenido la suerte de haber visto de cerca a Joaquín Rodrigo, compositor, entre otras piezas, de "El Concierto de Aranjuez", una de las grandes obras musicales del siglo XX. Pues bien tuve esa suerte porque fui a un centro de agregados que existía en el mismo inmueble de este músico, en la calle General Yagüe número 11 de Madrid. El colmo de la suerte fue cuando más de una vez oía a través de las paredes cómo él o su esposa tocaban el piano. Fue un privilegiado. Con el tiempo, ese centro que primero estaba en la tercera planta y luego en la sexta, para ampliar otro centro de numerarios existente en el mismo lugar. El centro de agregados ya no existe.
Estas son algunas de las casualidades que he tenido en mi vida. Como no quiero quedarme nada guardado, lo expongo a la luz pública. Son ya muchos los artículos que he escrito en Opuslibros, pero de esto no había hablado hasta ahora. Deseo que todos los lectores de esta web lo conozcáis. Aquí lo tenéis.
NACHO FERNÁNDEZ
