El espíritu que mueve a esta web.- E.B.E.
Fecha Wednesday, 10 March 2004
Tema 140. Sobre esta web


La primera vez que leí en esta web un mail de "a favor de la Obra" me pareció muy interesante. Qué bueno balancear un poco las cosas, me dije. Qué aporte a la objetividad, porque esta web está demasiado "ideologizada", pensé por dentro.

Anteriormente, me había incomodado un poco el ¡gracias a Dios nos fuimos! Pensaba que era mejor un marco más formal y "serio".

Pasó el tiempo y me dije: no sé cuántas webs como esta voy a encontrar, por lo cual me decidí a participar y a aprovechar la oportunidad.

Pasó más tiempo y me di cuenta de que lo que menos importa era si "un camino a ninguna parte" debía o no llevar signo de interrogación.

El tema de fondo es tan importante que el resto es tan secundario y no se le acerca en importancia para nada. ¿Qué es un estilo panfletario? Se podría hacer un seminario sobre el tema, que no tiene la menor importancia.


Y ahí "perdí la objetividad". Tomé una posición clara a favor de esta web. Pero desde la compresión, no desde la ideología o el odio. Comprendí que hay mucha gente que ha sufrido mucho -el mío ya no era un caso aislado- y no tenía sentido comenzar hablando de lo buena que es la Obra y lo injusto que es hablar mal de ella cuando la historia de la Obra era un campo de batalla lleno de cadáveres por todos lados. Este es el tema de la web. El resto es tan accesorio que no le llega ni a los pies.

Es irrespetuoso comenzar cuestionando el sentido de esta web, porque es cuestionar la legitimidad del propio dolor. Por eso comprendo que ciertos mails resulten irritantes.

Por lo cual, más tarde consideré que un testimonio a favor de la Obra puede darse bajo ciertas circunstancias. Primero que acepte la realidad que refleja esta web: el Opus Dei ha cometido graves injusticias, no una o dos. Es "serial" el asunto y por eso no se puede ser "ecuánime": 50% para testimonios a favor y 50% para testimonios en contra. Segundo, no hacer "militancia". Es ofensivo.

Personalmente creo que esta web tiene un "perfil" y es el de señalar los graves abusos que la Obra ha cometido. No tiene ningún interés en "matizar" sino en profundizar en la gravedad de lo que ha sido silenciado por años. Quienes hayan tenido una experiencia "ecuánime" de la Obra podrán hacer su sitio web propio pero no tiene sentido que "compitan" aquí por ganar un equilibrio (entiendo que tengan esa necesidad de equilibrio pero ese es un asunto muy diferente). Aquí no tiene sentido -creo yo- un análisis "equilibrado" porque los errores que se señalan en esta web son totalmente perturbadores.

Hablar de la Obra con ecuanimidad es desproporcionado.

Si alguien quiere venir a hablar bien de la Opus Dei partiendo de cero (borrando todo lo dicho en esta web, haciéndolo "opinable") o para hacer "contrapeso", trae aires combativos.

Entiendo que en mucha gente -en mucha gente- hay una necesidad de salvar a la Obra como sea, aún negando la realidad y sacrificando la verdad (¡qué alto costo están dispuestos a pagar!). Es un principio a priori y que no piensan poner en duda bajo ninguna circunstancia. Es una necesidad desesperada, o que seguro se volvería desesperante si la evidencia se les hiciera presente delante de sus ojos. Entrarían en crisis interna profunda. No pueden aceptar que la Obra tenga una "trastienda" donde las cosas son diferentes.

No creo que estén tan convencidos de que la Opus Dei es algo bueno sino más bien necesitan que la Opus Dei sea algo bueno.

Porque el punto es: ¿están dispuestos a ver que la Opus Dei no es algo tan bueno como creen? Si no estás abierto a esta posibilidad, veo difícil toda conversación.

Y no tiene sentido lo inverso: ¿estoy dispuesto a ver que la Opus Dei es algo bueno?, porque de ahí vengo justamente...

Hay una condición fundamental que plantea esta web y que nadie puede dejar a un lado como si se tratara de algo opinable o secundario: la Obra ha cometido graves inmoralidades -testigo es cada uno con su caso- y no se puede "seguir adelante" hablando de la Obra como si este dato no fuera crucial. Primero hay que aclarar todo esto antes de seguir con otro tema. No se puede seguir adelante.

No se puede dejar a un lado esta tarea sin caer en complicidades, por convenientes que sean.

Hay demasiadas pruebas para poder afirmar que la Obra hace daños profundos. Hay demasiadas pruebas en contra para obviarlas y continuar la conversación sobre la santidad de la Obra al margen ese terrible contexto de pruebas.

No tiene sentido hablar tangencialmente de asuntos neurálgicos.

Creí por largo tiempo con tanta firmeza en la bondad de la Obra que haber llegado a conocer el fondo personalmente -nadie me lo contó, yo experimenté cuál es el rostro final de la Obra- me ha dejado profundamente escandalizado. Hoy todavía -en algún lugar de mi inconsciente- deseo profundamente que la Obra haya sido algo bueno y que yo esté totalmente equivocado. Porque lo contrario -lo que sucede- es demasiado pesado, es tan nefasto que es preferible estar equivocado a tener razón.

Los que no están dispuestos a ver lo malo que hay en la Obra es porque partieron del mismo lugar que yo -y tantos otros- pero no lo quieren abandonar, aunque se les presenten las razones que sean. No defienden a la Obra: se defienden a ellos mismos, a la integridad de sus creencias.

Por eso, en la medida en que vean que alguien les presenta razones, lo verán como un ataque personal -lógicamente- y reaccionarán de manera refractaria, violenta o inquisidora.

El espíritu que mueve a esta web -más allá de los excesos personales que pueda tener cada uno- seguramente habrá de ser el de esta enseñanza:

'Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano' Mt. 18, 15-17.

Y también esta otra, por qué no:

'Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados.'
Lc 12, 1-4

Saludos,
E.B.E.







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