Leyendo la carta que ha escrito el Prelado de la Obra con motivo de los 50 años del IESE -en que viene a presentar a Escrivá como un gran promotor de que en la actividad empresarial primen la justicia social, el interés desinteresado por las personas y la coherencia cristiana-, me han venido a la cabeza los abundantes testimonios que en las últimas semanas se han publicado en esta Web sobre el status laboral en que el Opus Dei ha mantenido durante muchos años a las numerarias auxiliares y a sus sacerdotes, y en que sigue teniendo a quienes trabajan en tareas internas.

            A ello habría que añadir tantas jugarretas como se producen en las labores personales y corporativas del Opus Dei, de las que también se han escrito numerosos testimonio en esta Web, que suelen tolerarse por motivos sobrenaturales, pero que constituyen verdaderas injusticias.

            Me ha parecido que se cumple una vez más la idea de Marcus Tank, quien suele decir que cuando las autoridades del Opus Dei presumen de algo, en realidad hacen todo lo contrario.

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