Hola SY,

 me ha entristecido mucho leer tu escrito, mucho... intuyo que lo estás pasando mal... es lógico, fuera del entorno habitual nos sentimos como pulpo en un garaje! no te desanimes, no pasa nada, es lo natural en un ser humano que ha entregado todo y ahora siente y nota el vacio, el vacio y soledad estremecedores de aquel al que ya no le queda nada.

La reconstrucción no es fácil, es lenta, un dia de sol viene acompañado de mil lleno de nubarrones. Pero El está allí siempre, aún en la mas negra oscuridad y noche, hay que ser paciente, no dejar que el enemigo se apodere de nosotros como hizo durante tantos años maravillosos de nuestras vidas. No somos culpables de nada, es lo que quieren, hacer nuestra su culpa. Te aseguro que un buen Padre no permite que sus hijos caigan en ese profundo abismo de sufrimiento y dolor y menos de culpabilidad. El ya murió una vez por nosotros para redimirnos de todos nuestros fallos y culpas, no hemos de sentir nunca más esa culpabilidad de algo que no hicimos, simplemente por obedecer en el buen sentido y criterio que en aquel entonces creimos... ya hemos pagado por nuestros años descarriados, no más culpas!. Falta un amor, un hombro, un amigo, no te preocupes, llegará, te aseguro que llegará, fíate de El, es imposible que El nos defraude, que nos falle, lo tienes en el Evangelio, si buscas hallarás consuelo en lo que nos ha prometido. Y le podemos recordar todo lo que nos ha prometido, te aseguro que El es el único amigo que no falla, nosotros podemos fallar, El nunca.

No te sientas vacio ni sólo, aunque no lo creas somos muchos los que estamos en la misma situación, buscando el lugar del puzzle asignado, que creíamos haber encontrado y  ahora te das cuenta que el encaje fue forzado. Es empezar una vida cuando ya no quedan las fuerzas, se las han llevado! por eso El no nos puede abandonar!.

Querido o querida SY, estamos en el mismo barco y somos cientos, no te rindas!!!!!!.

De todo corazon,

Marietta