Y OTRA MAS DE REJALGAR.- Zartán
Fecha Friday, 18 January 2008
Tema 020. Irse de la Obra


Querido Jacinto:

¡Menudo jaleo has armado con lo del rejalgar!. Te agradezco mucho tu escrito y ya sabes el porqué. Has recibido ideas de todo tipo y con todas las visiones posibles.

Está Aquilina (mejor sería que su nick fuese Aquilana visto que escribe como Silone) que ve el rejalgar como una consecuencia de una falta de crecimiento personal, de un bloqueo en la asunción de responsabilidades propias, que lleva a una búsqueda continuada de una autoridad que avale el correcto actuar y, al no tenerla, produce ese desasosiego interior. 

EBE te dice que ese rejalgar solo funciona si la víctima “culpa” de la existencia de un problema concreto a la maldición por haber abandonado la barca. El resto de los mortales tienen los mismos problemas pero no los achacan a ninguna maldición. Que –mas o menos- es lo que también dice Inés

Australopitecus hace hincapié en el verdadero sentido de la esperanza.

Heraldo tampoco ve la efectividad de esa maldición (Heraldo, haberla haila y yo la he visto y terminando incluso con suicidio).

Y para terminar Oliver y Haenobarbo (¿Egidius?) que hasta te mandan fotos del dichoso rejalgar. ¿Qué mas quieres? ¡No te puedes quejar!

Pero tus dos preguntas son:
1.- ¿Qué les diríais a los atrapados en rejalgar para que se liberen?
2.- ¿Cuáles son vuestras experiencias de cambio que puedan ser útiles?

A la primera pregunta te ha respondido magistralmente Aquilina: nada. Escucharlos y estar junto a ellos comprendiéndoles hasta que ellos mismos –en su proceso de crecimiento- decidan liberarse de la maldición.

Y para responderte a la segunda tengo que ser un poco mas largo. Te diré que yo soy un candidato perfecto para el “efecto rejalgárico” pues pasé un cuarto de siglo remando en la barca hasta que un buen día decidí que prefería bajarme aunque fuese necesario darme un chapuzón en rejalgar, incluso sabiendo que el dichoso amargante solo se disuelve en soluciones de hidróxido potásico (menudo panorama). Por otra parte yo soy uno de los que han escuchado el comentario completo a la carta “Videns eos” en las palabras del mismo autor y todavía recuerdo lo que decía sobre los que abandonaban la barca, efectivamente lo del baño en hidróxido potásico y rejalgar es nada en comparación con el panorama presentado.
Como sabes mi vida no es mas amarga a la de cualquier otro, es mas, yo diría que –gracias a Dios- de amargura no tiene nada o tiene lo justo y necesario.

Analizando mi antes y después te puedo dar las siguientes ideas:

Si sube el euribor y tengo que pagar mas por el préstamo de la casa o si me olvido de donde estacioné o mi hija pequeña tiene leucemia, yo veo que son cosas de la vida. Cosas jodidillas si, pero no frutos de una maldición. Les caen a todos y ya sabemos eso de “mal de muchos, consuelo de intelectuales”, paciencia.

Si tenía vocación y la dejé, puedo pedir perdón a mi padre Dios y revivir la esperanza sabiendo que sigo teniendo la vocación de cristiano (yo, que no soy ejemplo para nadie, si un hijo mío me hace una faena no me voy a dedicar por el resto de la vida a hacerle sufrir lo indecible). Y si no tenía vocación o no existe tal cosa pues …nada, sobra este punto. En el primer caso es evidente que tengo que asumir que he hecho las cosas mal con sus atenuantes o agravantes, pero tengo que reconocerlo para poder empezar de nuevo y entonces volveré a descubrir la figura del párroco y podré seguir rezando y ayudando a gente a encontrar a Dios y …si quereis hasta puedo seguir haciendo las normas incluyendo las preces si eso me gusta o me ayuda. En ningún caso las haré coaccionado ni me sentiré obligado, será algo que me ayude como me pueden ayudar cosas de la espiritualidad franciscana, del ideario budista o de la mística de la Cábala. Ojo, eso de las preces era una reducción al absurdo.

Y lo mas importante; no confundir la obra con la Iglesia, ni el rezo del “trium puerorum” con Dios. El problema es que si durante mucho tiempo no ha estado clara esa diferencia, luego es fácil seguir confundiendo unas cosas con otras y este –creo- es el origen de esos “rebotes” tan sorprendentes: personas de misa diaria que de un día para otro no quieren ni oir hablar de vida interior o ver un cura. Hay un libro de la tradición sefardita que dice que el Génesis tiene un error, pues cuenta que, después del lamentable incidente de la manzana, Dios mandó a un angel para que expulsara a boinazos a nuestros primeros padres del paraíso. En otras palabras que los pusiera a remojo en la solución básica de rejalgar. El libro este (un poco heterodoxo también para los hebreos) dice que, en realidad, Adan y Eva se quedaron en el rejalgar porque ellos expulsaron a Dios del paraíso y esta es la verdadera maldición rejalgárica: confundir la gimnasia con la magnesia y entrar en un paroxismo iconoclástico que lleva a expulsar del paraíso todo lo que de alguna manera nos recuerde la obra y, en ese deseo de empezar de nuevo se lanzan por la ventana, se expulsan de nuestro paraíso, la fraternidad (porque nos recuerda la corrección fraterna), los curas (porque nos recuerdan al director de la delegación), …al final en nuestro paraíso quedan pocas cosas, el IVA, el horario de oficina, las reuniones de la comunidad de vecinos…hemos convertido el paraíso en una auténtica RRJ (República Rejalgariana y de las JONS), la quitaesencia de la maldición de la “Videns eos”.

Un fuerte abrazo.

Zartán









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=11599