Tema espinoso y deslizamiento en las palabras.- Ana Azanza
Fecha Monday, 14 January 2008
Tema 010. Testimonios


Queridos Orejas,
 
tengo un lejano recuerdo de que el asunto que plantea Isabel Nath al hilo de Heraldo [¿es la institución? ¿son las personas?] ha salido otras veces por aquí. No es un tema fácil dirimir responsabilidades en el Opus, aunque hay algunos trazos gruesos que están más claros. Quiero decir que sí se pueden distinguir formas de ser numeraria. Es evidente que hay personas que han encontrado en su pertenencia a la estructura burocrática un "modus vivendi". A todos los que estuvimos se nos pueden venir nombres a la cabeza de personas que "nacieron directoras de asesoría" y ahí siguen. No se les conoce en toda su existencia otra dedicación. Y no les va mal por aquello de que han entrado en la "erótica del poder".
 
Y desde esa "high class" hasta digamos las "esclavas", es decir, numerarias que sólo obtienen del opus mucho trabajo, un techo y comida a cambio de entregar su libertad hay un buen trecho. En medio hay multitud de situaciones intermedias a caballo entre la esclavitud medio consentida, el cinismo cíclico, el arrepentimiento a ratos, el no aclararse en suma... que me parece es un auténtico lío para poder individualizar cada caso. Quizá no sea lo más fructífero seguir ese camino. Además la postura post opus también está bastante relacionada con lo que se hizo dentro y hasta qué punto se compartió lo que de verdad allí había.
 
En mi caso si no existe el pecado capital de gilipollez yo siento que lo inventé, no me dí cuenta absolutamente de nada hasta mis momentos finales. También considero que he hecho penitencia de sobra. La salida y despegarse de ellos conlleva un sufrimiento que es una auténtica purificación. No es que uno busque sufrir, es que viene dado por la adaptación a la realidad. Soltar esa segunda piel que fue para nosotros el opus, esa "identificación" y "adherencia" que como buena secta consigue en los captados, lleva su tiempo y su dolor. Es un trabajo personal de maduración en el que nadie te puede ayudar, o casi nadie. El grueso del trabajo lo tiene que hacer uno mismo. No digamos lo que para mí ha sido la gran medicina "salir sociológicamente" de su entorno. Cuesta mucho porque has vivido en una especie de "Wonderland", incluso con el cilicio puesto. Un lugar donde no hay retos reales, donde no hay decisiones, donde no hay posibilidad de equivocarse ni responsabilidad tiene algo de "paraíso infantil". Por eso el crecimiento a la salida consiste en dejar ese mundo atrás y enfrentar las encrucijadas de la vida por tí misma.
 
Creo que lo indiscutible es que el opus dei es un sistema que de por sí genera sufrimiento, enfermedad, ruptura en las familias. Hay ya suficiente quorum para saber que, como el opus quiere hacer creer y hasta ahora le ha funcionado, los que nos hemos ido no somos cuatro locos que no sabemos lo que decimos. Somos una multitud primero, y segundo, aunque en detalles podamos no coincidir, el grueso de lo que ha sido nuestra experiencia ahí dentro sí lo compartimos. Para muchos de nosotros si tenemos seres queridos lo último que desearíamos es que fueran captados y pasarán por ese infierno tan inútil.
 
También quería hacer un comentario a Bithias a que su amigo religioso se planteó ser fiel al camino que Dios le habia trazado y que en eso coincide el opus con los demás. El opus  coincide sólo en las formas, en ciertas expresiones, no en la realidad de lo que se quiere decir. Realmente, a no ser que neguemos la libertad, Dios no traza caminos a nadie, te da la vida, una inteligencia y tu libertad y "apáñate". Es el Opus el que traza caminos, un camino muy estrecho, un raíl del que está prohibido salirse un centímetro, en el que no puedes mirar ni a derecha ni a izquierda. Las congregaciones religiosas no hacen un proselitismo feroz con menores de edad, y hasta donde yo sé, no forma parte esencial de su interés por los candidatos la posición económica, la "pinta", las cualidades intelectuales destacadas. Hay siempre un período de discernimiento antes de decidirse, no hay amenazas de rejalgares ni se "persigue" "monotorizando" la vida del que se va. Te vas y es tu decisión libre. Sé que la vida religiosa en la iglesia católica tiene su propia problemática, no existen paraísos en este mundo. Pero me parece importante diferenciar las cosas.
 
Ana Azanza







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