Han pasado solo dos meses desde que me fui. Aunque parezca poco tiempo no he dejado de estar feliz, no me he arrepentido ni por medio segundo de haberme ido de la obra.

Estoy leyendo libros, muchos sugeridos en esta web, que me han ayudado a ver lo que he vivido (durante 32 años) con otros ojos.

La obra se aprovecha de la generosidad con que las personas quieren hacer la voluntad de Dios. Afirman que esta voluntad llega a través de los directores, sin embargo ellos dan muestras de desconocer las situaciones concretas de esas personas. ¿Cómo pueden saber lo que Dios quiere?

En mi carta de dispensa explicaba mis motivos para irme. Por la contestación de Roma, en la que me niegan la dispensa, se ve claramente que ignoran las circunstancias concretas de mi caso. Les comenté que me daba por dispensada y que resolvieran ellos sus dificultades de comunicación interna.

En fin! Que quería decirles que estoy feliz, que tengo motivos para vivir, proyectos para sacar adelante. Hace dos meses me quería morir, ahora gracias a que me fui, soy feliz. ¡Cómo quisiera gritarles a los que todavía están lo que se están perdiendo!

Les mando un abrazo grande y gracias por todo.

MMZ