Opuslibros - Leed éste, por favor.- José Carlos

Leed éste, por favor

Queridos Orejas:

Tiene razón Tapatío: "pongamos atencion a personas que realmente necesitan de apoyo", no sólo Laly pero por ejemplo también Álvaro.

Por eso, para que quede claro que no pretendo sabotear la web, me parece que va a ser mejor que me calle un rato. También me voy a tomar en serio lo de "no pasar a un pobre por las narices el boleto del Cuponazo."

Antes de hacer mutis, quiero dejar claras unas cosas:

1. Yo soy uno más que escribe, con los mismos derechos a opinar que los demás.

2. Si alguien quiere responderme, es cosa suya; yo no obligo a NADIE a ponerme de protagonista, "por afán de estrellato" o por "falta de hunildad." ¿Cómo puedo yo forzar a la peña a que me respondan todos, para copar la página? ¿Por qué es culpa mía que reciba respuestas que no puedo controlar?

3. Si alguien está interesado en contestar un punto determinado porque le parece que vale la pena, ¿quién es nadie para erigirse en árbitro de lo que se puede discutir o no, de lo que es interesante o no? Basta con que les parezca interesante a dos personas para que genere diálogo, y si a alguien no le da por ahí pues que deje hablar a esos dos y que saque otro tema.

4. NADIE está obligado a leer lo que escribo. Los que se aburren, que pasen de largo; los que se crispan, quizá sea mejor que se calmen un poco antes de responder a bote pronto, por aquello de evitar la polarización.

5. Ilustración sobre el último intercambio: escribo un correo con mi mejor intención y respeto para explicar por qué no critico al Opus Dei; a una persona le rebota y me contesta cuando todavía está enfadada; la respondo, cae una lluvia de correos, y la peña se mosquea porque responden muchos. Lo siento, no lo había previsto así. Y tiene razón Fede (5-III), muchos de esos correos me dieron mucho que pensar.

6. Orejas: gracias por mantener el tipo, decir que no a la censura, abrir vuestro espacio para la libertad de expresión, contener vuestras ganas de decir un par de cosas y trabajar tan duro para compartir la sabiduría de personas como Ruiz Retegui.

7. Va a tener que estar el ambiente mucho menos enrarecido antes de que me atreva a publicar a los cuatro vientos por qué me fui. Si alguno está verdaderamente interesado, que tenga la delicadeza de ofrecer un poco de amistad o un mínimo de comprensión, y se lo contaré con mucho gusto, en privado.

Termino con un breve mensaje para Álvaro:

Álvaro, la vida no termina: uno descubre muchas cosas nuevas, estupendas; los talentos que tenías antes los sigues teniendo, y te sirven para encontrar trabajo y hacer amigos; tu identidad es la tuya, no la que te quiera dar ningún grupo; y déjame que te asegure que no estás solo, a ver si algún lector que viva en tu país o región se puede poner en contacto contigo para que lo veas.

Un abrazo,
José Carlos