Ya vienen los Reyes (o cómo destrozar la ilusión de un día).- Guttemberg
Fecha Monday, 07 January 2008
Tema 070. Costumbres y Praxis


Buenas,

Como supongo que os pasa a todos y todas, estas fechas nos traen imnumerables recuerdos de nuestro paso por el Opus. Pero creo que por su peculiaridad, la que a mí más me ha quedado en la retina es el día de Reyes. Esa estúpida tertulia de todos dándose los regalitos de turno, entre infantiles risas y artificiales aplausos, y como no, el regalo de broma que hacía el graciosillo del centro (todavía me parto).

Pues de este día, quiero hablar de dos cosas; una es "íntima" y otra es puramente anecdótica, por decirlo de algún modo, pero que muestra muy bien cómo se viven las cosas ahí dentro. Cada uno que saque sus conclusiones.

Una barrera psicológica que creo que aún no he superado desde mi salida es el tema de regalar cosas y que me regalen. No me hace ilusión (fríamente) recibir regalos, ya que es algo a lo que me acostumbré, a no recibir regalos de mis personas queridas. También me acostumbré a no hacer regalos, ya que al final, el día de reyes (me tocó ser rey un año, y es el mayor marrón que te puede caer en navidades), los regalos que recibes en el opus son impersonales. Ahora, el recibir un regalo es diferente, pero sigo sin tener esa ilusión que tenía cuando los recibía antes de ser de la obra.

El recuerdo que me quedó de este día no tuvo lugar en el día en sí, sino en los preliminares, cuando realizaba mi último curso de retiro como numerario. Importante decir, que días antes a todo esto una persona de mi centro me dijo que en los últimos meses "...estaba siendo una carga económica para la Obra,..".

Pues bien, estando en la habitación triple que me correspondió, el día antes de acabar, cuando todo está dicho y ya el tedioso silencio se rompe por doquier, los tres que la habitábamos comenzamos a hablar de los regalos de reyes, qué habíamos pedido en nuestra carta, etc... Pero especialmente me tocó la fibra sensible cuando salió el tema de los presupuestos de los centros. Recuerdo que en mi centro el presupuesto era unas 8.000-10.000 de las antiguas pesetas, aún no había entrado a funcionar el euro. Pero en otro de los centros al que pertenecía uno de los de la triple (que por cierto, ya no es de la obra tampoco) el presupuesto era de 17.000 pesetas, ya que ese centro estaba compuesto de muchos profesionales que ingresaban mucho y no había problemas económicos. Como podéis ver, es otro ejemplo de cómo se vive la pobreza y la solidaridad entre los miembros. Yo era una carga, y en otros sitios se tiraba la casa por la ventana. 

Fue esta, entre otras muchas cosas, una de las que me decidieron a irme, eso sí, no sin antes denunciar en la delegación estos hechos. Ni que decir tiene que me dieron una palmadita en la espalda con sonrisita incluida y, ni caso.

Pues nada, lo dicho, que os traigan muchas cosas esos reyes que sí os quieren, y que recibáis los regalos como debe ser: en pijama y alpargatas, antes de desayunar. Y que los que tengáis hijos recibáis sus besos y abrazos mientras veis el brillo especial de sus ojos. Eso si que no tiene precio. Disfrutad de este día ahora que podéis.


Besos y abrazos. Se os quiere.

Guttemberg 









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