Hola a todos:

He estado leyendo testimonios, publicaciones internas, quejas, documentos de la Comisión, Asesoría, etc, cartas personales, confidencias, etc.

Yo soy MIEMBRO DEL OPUS DEI, GRACIAS A DIOS. Había oído hablar de esta web y me he "atrevido" a acceder a ella. Qué maravillosa es la LIBERTAD, amig@s!!, incluso para hacer y escribir cosas tan interesantes como el comentario de "ROCCO NO ESTÁ MUERTO?".

Antes de nada quería comentaros que siendo miembro de la Obra, tengo muchos amigos ex-miembros, algunos más rebotados y otros menos. Nos respetamos y, sobre todo, nos queremos. Pienso que lo mejor en la vida es haber recibido una educación familiar profundamente cristiana en la que lo primero es el AMOR y, lo segundo, la MAGNANIMIDAD, tener un corazón grande. Mis padres, siendo ellos de la Obra, nunca me animaron a que yo lo fuera. Cuando pité con 14,5 me preguntaron si sabía lo que estaba haciendo y me apoyaron en mi decisión; cuando a los 18 dejé de ser numerario, igualmente me apoyaron y me dijeron: DE LA OBRA SE PUEDE SER O NO SER, PERO, DE DIOS, SIEMPRE. Años después, con 26 años y, después de haberme corrido buenas juergas y de haber dejado a Dios de lado en muchas ocasiones, VOLVÍ A PITAR, esta vez como Supernumerario. Mis padres volvieron a apoyarme en mi decisión. Ahora, tengo 33, estoy casado y le doy gracias a Dios por haberme hecho un hueco en su Obra.

Como miembro, soy el primero en saber que se han hecho, se hacen y se harán cosas equivocadas: no tengo ninguna duda de esto. Cuando os digo esto no es por los problemas que hayáis tenido vosotros sino por los que yo mismo he padecido con algunos miembros; a mí también me han hecho daño pero, la diferencia con muchos de los comentarios que veo en esta web, es que yo nunca he pensado en actuaciones malintencionadas y dolosas. También es cierto que el daño recibido ha sido mínimo en relación a todo lo bueno que yo saco de la Obra: generosidad, preocupación por los demás (humana y espiritual), trato con el Señor, etc.

Para terminar quisiera deciros que como miembros de la Santa Madre Iglesia Católica, tanto miembros como ex-miembros del Opus Dei, tenemos un Santo llamado San Josemaría Escrivá de Balaguer, subido a los altares por Juan Pablo II, el Grande, al que todos, estoy seguro, queremos de todo corazón. Creo que esto debería llevarnos a todos a reflexionar un poco sobre el Opus Dei.

Os recuerdo, lo que siempre me decía mi madre: DE LA OBRA SE PUEDE SER O NO SER, PERO, DE DIOS, SIEMPRE. Estoy convencido que el Señor, nos quiere a todos, miembros o ex-miembros de la Obra y que lo que realmente nos pide es que sembremos PAZ Y AMOR por donde pasemos.

Un abrazo para todos,

Rick